El crecimiento del equipo en la Liga ACB fue en paralelo al desarrollo de la temporada. Alcanzando el máximo potencial en el play-off, el AXA Barça no pudo superar al TAU Cerámica.
La primera vuelta de la temporada tuvo momentos brillantes. El clásico frente al Real Madrid en el
Palau alentó al equipo y a la afición. Los azulgranas ganaron al Madrid por 84-65 por segunda vez
en la temporada. La primera había sido varias semanas antes en la Euroliga.
El conjunto dirigido por Dusko Ivanovic se mantenía en las primeras plazas de la ACB, a pesar
de haber sufrido algún tropiezo. Los azulgranas superaron el primer tramo de la campaña entre la
tercera y la cuarta plaza, pese a que después de haberse disputado las 17 jornadas que clasifican a
los equipos para la Copa del Rey el Barça acabó quinto, hecho que imposibilitaba que fuese cabeza
de serie para el torneo del KO. Con un triple empate con DKV Joventut y TAU, los azulgranas salían
perjudicados.
La segunda vuelta, en ascenso
Después de la Copa, con Xavi Pascual como entrenador del equipo, el AXA Barça incrementó el
ritmo pero también perdió cinco partidos. La primera fue contra el Kalise Gran Canaria, en un
partido marcado por los problemas de corazón de Mario Kasun. Otro momento crítico fue la derrota
contra el Cajasol en el Palau, el primer equipo que conseguía ganar al Barça en la Liga ACB en su
cancha. Las otras tres derrotas fueron fuera de casa, las dos últimas una vez ya estaba asegurada
la tercera posición en la ACB.
Unos play-off de nota
Con un escalón más conseguido en el nivel de juego del equipo, la máxima explosión se dio en
el momento idóneo: el play-off. El cambio de formato – con los cuartos de final y las
semifinales al mejor de tres partidos– exigía un máximo de esfuerzo en un periodo de tiempo
muy concentrado.
La eliminatoria contra el iurbentia Bilbao marcó un punto de inflexión. Y es que el primer
equipo de baloncesto fue capaz de resolver con un 2-0 los cuartos de final (75-64 en el Palau y
83-92 en el BEC) contra un equipo que se le había atragantado durante toda la temporada.
El siguiente paso fue aún más exigente. El DKV Joventut, segundo
clasificado de la fase regular y el equipo más en forma del campeonato, se cruzaba en la órbita
barcelonista en las semifinales. Con una demostración de baloncesto de altísimo nivel, el Barça
derrotó a los badaloneses en el Pabellón Olímpico (90-93) y no falló en el Palau Blaugrana. El
85-71 final no permitió ninguna discusión. El AXA Barça fue mejor en toda la eliminatoria y obtenía
la recompensa de clasificarse para la siguiente edición de la Euroliga, que dependía de superar al
DKV Joventut en la clasificación final o quedar como primer equipo por debajo de TAU, Unicaja y
Real Madrid, los tres equipos que ya tenían asegurada la plaza (por contrato, en el caso de los
vascos y malagueños, y por ser el líder de la fase regular, en el caso del Madrid).
La final contra el TAU
Pero sólo en el momento en el que el equipo estaba realizando su mejor juego, hubo un bajón.
Este bajón llegó en la final contra el TAU. Con el factor pista a favor, y en una serie al mejor de
cinco partidos, los azulgranas no respondieron con el mismo nivel de baloncesto que habían
desplegado durante el play-off, especialmente en el Palau. Los vascos ganaron la final con un claro
3-0: 64-75, 74-78 y 76-61.