El trabajo de Xavi Pascual al frente del banquillo del Regal Barça ha sido impresionante. Más allá del título ACB, que le convirtió en el técnico más joven de la historia en conseguir una Liga, el entrenador catalán tuvo un doble mérito.
Por una parte porque no era fácil, siendo de la casa, ganar un título como es la Liga estatal y, de
la otra, porque con una plantilla prácticamente nueva, supo sacar lo mejor de cada uno de sus
hombres para acabar reinando en la ACB.
Pascual, técnico fiel a sus ideas, trabajador incansable y metódico como pocos, supo
transmitir el espíritu de la casa a los recién llegados y demostró en su primera temporada completa
al frente del Regal Barça, que su equipo era el que mejor juego practicaba en Europa y a nivel
estatal. Si bien es cierto que la regularidad de hombres como Navarro, Vázquez o Ilyasova, fueron
vitales en los triunfos del colectivo, la mentalidad ganadora que supo dotar a sus jugadores fue
otro de los aspectos destacados de esta temporada 2008/09.
Psicólogo y motivador
Pero el trabajo de un entrenador va más allá de la faceta puramente táctica o técnica. En el
caso de Pascual, el técnico catalán del Regal Barça demostró ser un excelente motivador. Eso se
pudo comprobar, sobre todo, en los partidos contra equipos muy grandes, con un gran cartel en
Europa. Hablamos de equipos como Panathinaikos –al que superaron con categoría tanto en el
Palau como en Atenas- Real Madrid, Montepaschi Siena o Maccabi Tel-Aviv –al que no se ganaba
en su casa desde hacía 18 temporadas-.
Mención aparte merecen los enfrentamientos con el TAU. Si a principio de temporada, con la
disputa de la Supercopa, parecía que los vitorianos estaban un escalón por encima, y si a mitad de
la temporada, con la diputa de la Copa del Rey, el Baskonia continuaba haciendo gala de una
supremacía que parecía que podía acabar siendo el gran dominador del baloncesto estatal y quién
sabe si europeo, Pascual –a pesar de la primera derrota en los cuartos de final de la
Euroliga- supo cambiar el chip de sus hombres. Un vídeo motivador fue parte de una estrategia que
al final tuvo sus frutos. El equipo supo superar y enterrar todos sus fantasmas superando al TAU en
cinco partidos en los cuartos de final de la Euroliga y, un par de meses después, hizo lo mismo en
la final de la Liga ACB.