Como dijo Daniel Santiago en los discursos postpartido de la Liga ACB, el equipo había estado siempre a un paso de los títulos, como la Copa o la Euroliga, pero con la ACB fue diferente. Y es que se pasó del casi al todo en el tramo final del curso.
Tuvieron que pasar cinco temporadas para que la sección de baloncesto del FC Barcelona volviese a
levantar un título, en este caso el de la Liga ACB. Pero la temporada no fue sencilla y más cuando
al principio algunas voces pusieron en tela de juicio el nuevo proyecto del baloncesto azulgrana.
La buena tarea que se hizo desde los despachos, en sintonía con las decisiones que se tomaban desde
el banquillo, acabó demostrando que el modelo azulgrana había sido un éxito y que tiene un largo
recorrido por delante.
Una pretemporada con altibajos
La Liga Catalana y la Supercopa fueron los primeros títulos en disputarse. En
la final de la Liga Catalana, el DKV Joventut derrotó al Regal Barça por 83 a 95 y en la Supercopa
los azulgranas cayeron por la mínima en las semifinales contra el TAU por 73 a 70.
Coincidiendo con la llegada del último refuerzo azulgrana, Daniel Santiago, llegaría la
primera victoria en Liga ACB contra el DKV Joventut por 95 a 77. Los meses irían pasando y los
azulgranas irían escalando posiciones hasta llegar a la segunda plaza con un TAU intratable.
La Copa: el TAU superior
La superioridad de un TAU que pasaba entonces por el mejor momento de
la temporada se volvió a poner de manifiesto en la Copa del Rey disputada en Madrid. Los azulgranas
superaron al Real Madrid en los cuartos de final por 83 a 75. Pero en semifinales el Regal no pudo
vencer al Baskonia y cayó por 77 a 90 en un partido en el que destacaron los 44 puntos sumados por
Splitter y Rakocevic.
La Euroliga, el primer golpe de efecto
Sin embargo, los jugadores de Xavi Pascual siguieron creciendo con un juego atractivo
conforme avanzaba la temporada. Desde el primer rival, el SLUC Nancy, hasta el Panathinaikos, al
cual derrotaron tanto en casa como en pista griega, encadenaron todo una serie de victorias que les
llevó al Top 16 de la competición europea.
La buena racha de resultados que habían obtenido anteriormente tuvo continuidad en el Top 16,
donde se cruzaron con rivales de entidad, como el Maccabi o el Real Madrid. A pesar de la primera
derrota en Vistalegre, el equipo se rehizo con triunfos importantísimos como el conseguido en
Tel-Aviv (74-90). Los azulgranas hacía 18 años que no ganaban allí.
En el play-off de cuartos de final, el azar quiso que los
caminos de TAU y Regal Barça se volviesen a cruzar. El Barça se deshizo de su bestia negra y se
aseguró el viaje a la Final a Cuatro de Berlín, después de un global de 3-2. Ya en Berlín, el CSKA
de Moscú se impuso en las semifinales por 78 a 82. El Barça, sin embargo, consiguió la tercera
plaza después de superar al Olympiacos por un cómodo 79 a 95.
La Liga, la culminación de un sueño
El buen juego exhibido por los de Xavi Pascual a lo largo de toda la temporada tenía que
tener un premio, y éste fue el último, la Liga ACB. Su sello de identidad: la apuesta por un juego
atractivo y volver a enganchar al público del Palau se habían conseguido.
El TAU volvió a ser el rival. Después de haber superado al Pamesa en los cuartos de final
(2-0) y el Unicaja en las semifinales (2-1), los vitorianos se volverían a encontrar con los
azulgranas. Ahora, sin embargo, la serie final, después de la eliminación de los de Querejeta e
Ivanovic en los cuartos de final de la Euroliga, se afrontaba de otra manera.
El primer partido cayó del lado azulgrana (80-82) y fue la clave a la hora de
recuperar el factor pista. Al final, el Regal FC Barcelona, cinco temporadas después del último
título, volvió a hacer vibrar el Palau Blaugrana al imponerse por un global de 3-1.