El título nacional catalán, que llegaba a su 30ª edición, volvió a las vitrinas del FC Barcelona después de cuatro años. El escenario también hacía soñar con el éxito azulgrana.
Y es que el Palau Sant Jordi ha vivido gran parte de los mejores momentos de la historia del club.
En esta ocasión, tampoco falló.
El Regal Barça se cruzaba en semifinales con el campeón de la Liga catalana de equipos de la
LEB: el Sant Josep de Gerona. Da la casualidad que el equipo gerundense se había deshecho en la
final de la segunda competición estatal del vinculado del Barça, el Cornellà.
Tras ganar las semifinales al Sant Josep por un claro
95-53, donde se hizo patente la diferencia de categoría, la gran final volvía
a ser un Barça-Penya. Si los verdinegros se llevaron el título la temporada anterior antes los
azulgranas en el Palau, en esta edición el nuevo Regal Barça dominó desde el comienzo del partido.
En una final entre dos equipos aún en fase de formación, con los jugadores internacionales
que aún no habían podido entrenar con sus plantillas, los de Xavi Pascual se llevaron el título por
38-62
.
El protagonista del partido fue Ricky Rubio, no sólo porque se enfrentaba contra su ex
equipo, sino porque fue elegido como MVP de la final. Con una valoración de 15, Rubio sumó un total
de 8 puntos, 5 asistencias y 4 recuperaciones, y ya apuntaba como una de las piezas clave del
equipo. Boniface Ndong, con 10 puntos y 5 rebotes, aportó espectacularidad al juego, lo que le
otorgó una valoración de 14, mientras que Lorbek también destacó consiguiendo un total de 7
rebotes.