04.07.2011 11:46
A las puertas del Sant Jordi
El campeón de la Euroliga 2009/10 no pudo revalidar el título, a pesar de volver a ser uno de los mejores equipos del continente. Las lesiones, el gran lastre de toda la temporada, también tuvieron su parte de responsabilidad.
De París a Barcelona. Porque el escenario no podía ser mejor y porque el Regal Barça es ambicioso y
ganador, el campeón de Europa de la temporada 2009/10 prometió el máximo esfuerzo para intentar un
hito muy complicado y que sólo el Maccabi ha podido hacer: revalidar la Euroliga. Con el Palau Sant
Jordi de Barcelona como sede de la Final a Cuatro, la presión era mayor.
Los hombres de Pascual sabían que, esta temporada más que nunca, eran el gran objetivo de
todos los equipos. Derrotar al campeón es muy goloso. Y la carrera hacia el Sant Jordi, además, no
estaba exenta de obstáculos.
De menos a más
Las
lesiones y problemas físicos marcaron los primeros pasos en la competición europea. Las bajas de
Pete Mickeal (que sólo jugó cuatro partidos de la fase regular), Gianluca Basile (que no jugó
ninguno) y Juan Carlos Navarro (que se perdió cuatro de la liguilla y jugó muy mermado en el
play-off de cuartos de final) hicieron tambalear el juego brillante de un Regal Barça que había
malacostumbrado a sus aficionados.
A pesar de los problemas, los azulgranas superaron los peores momentos y se hicieron cada vez
más fuertes. Así, a pesar de perder tres partidos en la primera fase, y terminar terceros de grupo,
empatados con el segundo-el Fenerbahce-, y a un triunfo del Montepaschi, el primer equipo de
baloncesto superó un Top 16 complicado, consiguiendo la primera plaza con un contundente 6-0.
El Regal Barça se aseguró el acceso a los cuartos de final con victorias excelentes contra el
Maccabi en el Palau y en la pista del Olimpia de Liubljana, un pabellón invicto durante la primera
fase. Contra la Lottomatica de Roma, el equipo más débil del grupo, los azulgranas no se relajaron
y sumaron dos triunfos de campeón. Vencer al Maccabi en Tel Aviv fue poner la guinda al pastel.
El campeón les deja fuera
Los problemas físicos continuaron pasando factura. Las bajas de largo recorrido y otros más
puntuales mermaron tímidamente el potencial del equipo que, a pesar de tener el factor cancha a
favor, no pudo eliminar el Panathinaikos.
La serie, al mejor de cinco partidos, fue dura, como era de prever. El Regal Barça ganó el
primer enfrentamiento en el Palau, pero en el segundo, los griegos supieron remontar y se
impusieron en un encuentro marcado por diferentes decisiones arbitrales y una técnica a Navarro,
que desorientó a todo el equipo.
En Atenas, en el OAKA, el Panathinaikos fue a todas. Aunque el tercer partido fue muy
intenso, los de Zeljko Obradovic lo ganaron por un ajustado 76-74. Y, en el cuarto, también muy
igualado, los verdes celebraron el acceso a la Final a Cuatro ante casi 20.000 espectadores.
Posteriormente, el Panathinaikos recuperó el cetro de campeón de Europa en Barcelona.