La temporada del triplete tuvo toda la continuidad del mundo en la temporada 2009/10, en la que el FC Barcelona levantó cuatro títulos más: la Liga, las Supercopas de España y de Europa y el primer Mundial de Clubes de la historia.
El segundo año de Josep Guardiola en el banquillo del Barça fue un nuevo éxito. El inicio de curso,
tras la participación del equipo en la Wembley Cup y con una
gira
de tres partidos por la Costa Oeste de Estados Unidos, llevó a los dos primeros trofeos
de la temporada: el Barça se impuso por un global de 5-1 al Athletic Club en la Supercopa de España
y por
1-0
al Shakhtar Donetsk en la prórroga de la Supercopa de Europa. No se podía empezar mejor.
Buen inicio en Liga y Champions
El equipo mostró su fortaleza también al inicio de Liga y Champions. En
la competición doméstica se sumó un 18 de 18 imponente, mientras que en Europa, donde el equipo
estaba encuadrado en el grupo más potente de la competición, con tres campeones más como el Inter,
el Rubin Kazan y el Dinamo Kiev, se empató en Milán (
0-0
) y se batió a los ucranianos en los dos primeros compromisos. El camino era inmaculado.
Emoción a dos bandas
En octubre el equipo sufrió la única derrota hasta final de año. Fue
inesperada, ante el Rubin Kazan (
1-2
), en un partido que, combinado con el empate en Rusia (
0-0
), complicó el acceso a los octavos. En la Liga, el buen rendimiento del Madrid y los
empates azulgranas en Pamplona y Bilbao impedían a los azulgranas distanciarse en la clasificación.
A finales de noviembre llegó una semana que se presentaba como clave. El Barça la resolvió de forma
impecable:
2-0
con el Inter y
1-0
ante el Madrid. Es decir: líderes en Europa y en la Liga.
Ahora sí, el Mundial de Clubes
El mes de diciembre es de los que gusta recordar. Se produjeron hasta
cuatro victorias antes de viajar a Abu Dhabi, donde el equipo logró el primer Mundial de Clubes de
su historia. Para conseguirlo se sufrió mucho: se tuvo que remontar en las semifinales contra el
Atlante mexicano (
3-1
) y en la final contra el Estudiantes (
2-1
), en un encuentro que acabó en la prórroga con un gol con el corazón de Messi. Se
cerraba así
un 2009 histórico
. El año de las Seis Copas.
Adiós a la Copa
La vuelta de vacaciones navideñas no fue óptima. El equipo pinchó con
el Villarreal (
1-1
) y cayó eliminado con el Sevilla en los octavos de Copa (
1-2
y
0-1
), en una eliminatoria en la que el Barça fue muy superior, sobre todo en el partido de
vuelta. En la Liga, sin embargo, el equipo mantenía su regularidad y también el liderato a pesar
del ritmo vertiginoso que ofrecía el equipo de Pellegrini en Madrid. Y, precisamente en Madrid,
tras 21 jornadas invicto en la Liga, llegaba la que sería la única derrota del Barça:
2-1
con el Atlético de Madrid, futuro campeón de la Europa League aquel verano.
Cara y cruz en Liga y Champions
Después de aquella derrota, los de Guardiola no aflojaron. La Liga llegó
al mes de marzo con un empate a puntos con el Madrid, con quien se jugaba medio título en el
Santiago Bernabéu, a falta de siete partidos para la conclusión de la competición. Aquella final se
resolvió con un
0-2
memorable que dejaba al Barça con tres puntos de ventaja, además del goal-average.
En Europa, sin embargo, el final fue más triste. Tras superar con contundencia al Stuttgart (
1-1
y
4-0
) y al Arsenal (
2-2
y
4-1
) en los octavos y los cuartos de final, el equipo azulgrana cayó con el Inter de
Mourinho en una semifinal marcada por la nube de ceniza que obligó al primer equipo a viajar hasta
Milán en autocar (
3-1
y
1-0
). La deseada final del Santiago Bernabéu no contaría con el Barça. Sería un
Bayern-Inter.
Sprint final de infarto
Quedaba, sin embargo, el reto de ganar la mejor Liga de la historia. El
empate en Cornellà-El Prat (
0-0
) había permitido al Madrid recortar diferencias, mientras que el Barça aún debía visitar
El Madrigal (
1-4
) y el Sánchez Pizjuán (
2-3
). No se pinchó más y cinco victorias en el tramo final de Liga permitieron celebrar el
título en la última jornada, en el Camp Nou, algo que no ocurría desde 1998. El
4-0
ante el Valladolid de Clemente había llevado al Barça a los 99 puntos, una cifra de
récord para un equipo de ensueño.