Para Manolo Cadenas fue su primer año como entrenador del Barça. Después de 12 años, el de León dejó el Ademar para dedicarse por completo al club azulgrana. Sólo consiguió un título, pero luchó hasta el final en todos los demás.
Cadenas comenzó el año con el pie derecho. Su equipo ganó la Liga de los Pirineos y consiguió batir
al Braga portugués en la fase clasificatoria para la Liga de Campeones. A partir de este momento el
técnico azulgrana tuvo que trabajar duro para llevar a su equipo a luchar por todos los títulos en
juego: Supercopa de España, Liga Asobal, Liga de Campeones y Copa del Rey. A pesar de quedarse a
las puertas de todos los títulos, Cadenas calificó la temporada de aceptable y aseguró trabajar más
duro el próximo año para cosechar triunfos.
Contento con el rendimiento del equipo
Desde el primer día,
Manolo Cadenas dejó claro a sus jugadores que la temporada 2007/08 sería una temporada dura y que
esto se vería reflejado en los entrenamientos. Doble sesión diaria fue la dinámica del planning de
preparación del conjunto azulgrana durante casi la totalidad del año. Esto, unido a la gran
cantidad de compromisos que tuvieron que cubrir, produjo un gran desgaste físico, pero aún así
Cadenas siguió luchando por sacar lo mejor de cada jugador.
Después de todo, el entrenador barcelonista aseguró que sus jugadores habían respondido a
todas sus exigencias y que estaba contento con el rendimiento general del grupo.
Un vestuario unido
Si algo quería Cadenas, además de ganar títulos, era que en el vestuario se crease un buen
ambiente, y lo consiguió. Todo el equipo se unió para sacar adelante momentos tan difíciles como
una semifinal de la Liga de Campeones ante el Kiel alemán, o un final de Liga ante el Ciudad Real
en el Quijote Arena. Esto facilitó la labor del técnico azulgrana aunque también comentó al final
de temporada: “Tal vez ha faltado algún enfado, algo más de chispa para sacar con empuje
algún partido”.