El FC Barcelona fue a Granollers con las espadas en alto y no salió del Palau Olímpic sin su decimosexta Copa del Rey. Los azulgranas se deshicieron del equipo anfitrión, el Portland San Antonio y el Ciudad Real para proclamarse campeón.
La competición no fue fácil para el Barça Borges, pero aún así los hombres de Xavi Pascual dieron
todo un ejemplo de superación y dedicación.
El título, un premio al esfuerzo
. El trofeo tuvo un significado especial para el técnico azulgrana, que consiguió
su primer título como entrenador del equipo
. El capitán, David Barrufet, sumó su novena Copa.
Debut contra el anfitrión
La primera prueba de fuego fue ante el equipo de la ciudad, el Fraikin Granollers (
25-30
). Un equipo local extramotivado puso en problemas a los azulgranas en determinados momentos
del partido. Mikkel Hansen y la defensa fueron lo más destacado por parte de los de Barcelona. Al
descanso, un 12 a 13 en el marcador y en la reanudación, un Granollers más letal que de costumbre
que consiguió colocarse por delante en el marcador. Pero el cambio defensivo a 5-1, con Ugalde en
el avanzado, sorprendió a los de Lorenzo Rueda que fueron cayendo poco a poco.
Una semifinal de gran desgaste
El partido entre Pórtland San Antonio y Barça Borges en la semifinal fue de gran
desgaste para ambos equipos. Finalmente fue el equipo catalán el que consiguió el billete directo a
la final (
35-26
). Durante los primeros minutos, la suerte no estaba de cara para los azulgranas. La gran
dureza defensiva de los navarros y un Tomas Svensson impecable bajo palos no dejaban a los
barcelonistas hacer gol.
En seguida los de Barcelona reaccionaron con sus mejores armas: la portería, en esta ocasión
a cargo de Barrufet, el juego al contraataque y una muralla en la línea de seis metros. El Portland
no dejó de intentarlo, pero poco a poco fue perdiendo gas, todo lo contrario que el FC Barcelona,
que mostró su mejor versión en la recta final del enfrentamiento.
La final esperada
Un Barça-Ciudad Real en la final era esperado por el público pero también por los dos
equipos en cuestión. Un partido de máximo atractivo que se decantó del lado azulgrana (
29-26
). Máxima igualdad y respeto durante los primeros momentos del choque, que se caracterizaron
por el gran duelo de defensas y de porterías. Al descanso se llegó con el marcador en tablas
(14-14).
Poco cambiaron las cosas en la reanudación. Un parcial de 5 a 2 en el minuto 20 de la segunda
mitad dio un vuelco al partido. Con un 24 a 21 en el electrónico el FC Barcelona Borges se armó de
valor y con Iker Romero, autor de diez goles, como director de una orquesta muy bien conjuntada, se
hizo con el control. Los azulgranas conseguían así su segundo título de la temporada después de la
Supercopa de España y ante el mismo rival, el Ciudad Real.