El Barça Sorli Discau no superó la primera ronda de la remodelada Liga europea de hockey patines. En la tanda de penaltis, el Alnimar Reus Deportiu dejó fuera a los azulgranas de la posibilidad de revalidar el título.
Bassano de Grapa no acabó con las mismas buenas sensaciones que en la temporada 2007, en la que el
Barça ganó la Liga europea en la misma pista y contra el equipo anfitrión.
El cambio de formato, ahora como Final a Ocho, con cuartos de final, semifinales y final,
añadía una eliminatoria más para optar al título.
En los cuartos el sorteo ofreció un
Barça Sorli Discau-Alnimar Reus Deportiu,
el gran clásico a escala estatal y europea. El duelo de la máxima tuvo todos los
condicionantes. Emoción, goles, prórroga y penaltis. Después de un 2-2 durante los 50 minutos
reglamentarios (el Barça se avanzó con un gol de Masoliver, el empate a uno lo puso Jordi García,
Mia Ordeig consiguió el 1-2 y Pedrito Gil forzó la prórroga), en el tiempo extra no hubo gol de oro
y en la tanda de penales se decidió el acceso del Reus a la semifinal. El Negro Páez volvió a ser
el verdugo del Barça, como ya lo había sido en el Mundialito de Clubs.