Miquel Masoliver cierra una etapa magnífica en el primer equipo de hockey patines. Después de seis temporadas Maso ha demostrado ser una persona y un jugador íntegros.
“Me he endurecido, he vivido, he ganado muchísimos títulos y me he hecho como jugador y como
persona”. Así valoraba Miquel Masoliver la estancia de seis años en el primer equipo de
hockey patines. El defensa de Roda pone punto y final a la trayectoria como azulgrana con unas
sensaciones deportivas inmejorables y con la melangia propia de quién marca un punto de inflexión
en su carrera.
El hasta ahora azulgrana vuelve al Vic, el equipo que le formó como jugador profesional de
hockey patines.
Maso llegó al FC Barcelona procedente del Infante de Sagres portugués. A pesar de que
necesitó un tiempo de adaptación para acoplarse a un nuevo hockey e integrarse dentro de un
conjunto campeón como es el Barça, el jugador demostró una calidad en la pista sólo superada por su
calidad como compañero y rival. Así lo ha querido reconocer la plantilla al completo.
“He estado en el mejor club del mundo y ahora sé el porqué. Porque hay un gran trabajo
y mucho talento. Eso se demuestra en el día a día. Mis compañeros son fantásticos y tienen un gran
talento y yo he podido aportar mi granito de arena y aprender de ellos, que ha sido muy
importante”, razonaba un siempre correcto Masoliver.
Un referente de la afición
Desde las gradas también se ha querido reconocer el papel de Miquel Masoliver en la pista. El
Patriota Català, como le bautizó la Peña Sangre Culé cuando decidió renunciar a la selección
española por la selección catalana, ha sido un jugador que siempre lo ha dado todo. “Soy un
jugador duro, pero no sucio”, señalaba el hasta ahora dorsal 4 del Barça Sorli Discau.
Además, Maso ha cerrado el periplo azulgrana consiguiendo una cifra importante de goles en la
última temporada. En la OK Liga ha acumulado 17 y en la Liga europea cinco más. Un muy buen bagaje
para un defensa.