09.02.2010 19:38
Cambian el factor pista
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El equipo de hockey hielo azulgrana ha hecho los deberes este fin de semana. El FC Barcelona ha jugado los dos primeros partidos de los cinco que conforman las semilales por el título de Liga. El resumen: Una victoria y una derrota.
El Barça viajó el sábado a Puigcerdà consciente de la dificutad de batir al líder de la Liga
Regular a domicilio. Los azulgranas se pusieron manos a la obra y superaron con sobresaliente la
primera prueba (3-5). El domingo, el conjunto local no podía fallar. La eliminatoria es al mejor de
cinco partidos y este fin de semana se jugarán dos en Barcelona. Los de Ramón Barón han cambiado el
factor pista podrían clasificarse para la gran final en su pista.
Intensidad de principio a fin
Si por algo se caracterizaron los dos enfrentamietos entre ambos equipos fue por la
gran intensidad y tensión vividas sobre el hielo. El primer partido comenzó con un gol de Pokrivcak
a los 58 segundos de comenzar. Seis minutos después, Kosic empataba el encuentro, resultado que se
mantuvo hasta el final del primer periodo. En el segundo choque hubo de todo. Goles, paradas y un
gran número de sanciones (28). Pokrivcak volvió a adelantar a su equipo, pero la reacción azulgrana
fue más eficaz con dos goles de Juan Muñoz y otro de Borronat. Ya en el último tercio, fue el FC
Barcelona el primero en anotar de mano de Danili. El ex azulgrana Pablo Muñoz hizo el tercero para
el Puigcerdà y su hermano Juan Muñoz sentenció el enfrentamiento en el último minuto (3-5).
Pisando los talones
En el segundo partido, fueron los locales los que tuvieron el partido
prácticamente controlado durante los 60 minutos, a pesar de que el Barça les pisó los talones en
todo momento. El primer tercio acabó con un 3 a 2, mientras que el segundo puso punto y final con
un 7 a 5. Éste tiempo fue el más intenso y en el que el FC Barcelona estuvo a punto de dar la
vuelta al marcador, cuando Vitaly Kulikov marcó el 5 a 5 en el minuto 38. Con un 3 a 0, el
Puigcerdà volvió a recuperar el ritmo a 17 minutos para el final, además de la superioridad para
sus compañeros, superioridad que no se perdió en ningún momento.