20.02.2008 10:42
Un largo viaje hacia Moscú
Sònia de Alba (enviada especial)
El AXA Barça llegó sobre las tres de la madrugada a Moscú. El retraso de dos horas con el que salió el vuelo, un largo viaje de seis horas y media y las grandes dimensiones de la capital rusa marcaron las pautas del viaje.
El primer equipo de baloncesto se entrenó en Barcelona finalmente por el mañana. A pesar de que la
planificación inicial era hacerlo nada más llegar a Moscú, lo cierto es que la experiencia
manda y en este tipos de viajes tan largos nadie te garantiza que se llegue a la hora establecida.
Ya de entrada, la salida del vuelo chárter que llevaba al equipo y a los
periodistas que acompañaban la expedición se demoró prácticamente dos horas. El avión tenía que
despegar a las 13.30 h pero hasta las 15.30h no lo hizo.
Parada técnica en Konice
En el pequeño avión – viajaban 33 pasajeros –, el trayecto hacia Rusia se
hizo en dos partes. Una primera, de 3 horas y media, y una segunda etapa de 2 horas y media,
aproximadamente. La primera escala fue en Eslovaquia, en el aeropuerto de Kosice. Allí,
el avión tenía que repostar. Una operación rápida, porque nada más llegar ya estaba
esperando el camión de bomberos, siguiendo el protocolo de normativa aérea internacional. Pero, a
pesar de que el llenado del depósito se llevó a cabo en el tiempo establecido, el pago de
las tasas tardó una pizca más.
La expedición azulgrana volvía a despegar más tarde de las 19.00 h hacia Moscú.
La ratificación de Xavi Pascual
Durante éste impasse, Zoran Savic comunicó
a
Pascual la ratificación
de la Junta Directiva para que continuase hasta finales de temporada. Pero hasta que
no llegamos a Moscú, el técnico no pudo hablar abiertamente. Eso fue alrededor de las 22.00
horas (hora catalana, en Moscú ya, las 00.00 h).
El técnico, agradecido
“Valoro mi continuidad de forma muy positiva. Eso da estabilidad al grupo y al club. En
cualquier caso no cambiaré mi horma de trabajar.”
“La noticia me la han comunicado antes de llegar a Moscú. Es lógico que el club se
haya tomado un tiempo prudencial para reflexionar antes de tomar una decisión definitiva.”
“Agradezco en la Junta la confianza que ha depositado en mí.”
Ningún autocar al hotel
La odisea, sin embargo, aún no había acabado. Salir del aeropuerto fue eterno. Primero,
porque los trámites burocráticos de inmigración fueron lentos, ya que los empleados rusos no
hablaban inglés y eso retrasó todo el proceso. Y segundo, porque la cinta de recogida de equipajes
no se asignó hasta media hora después de aterrizar el vuelo.
En todo caso, cuando la cinta asignada al vuelo de l'AXA Barça se puso en marcha, todos los
equipajes fueron recogidos y el equipo pudo salir dirección al hotel. El tiempo entre que los
azulgranas salieron del aeropuerto de Domodedovo hasta el hotel de concentración fue de 90 minutos,
por carreteras medio heladas, larguísimas y no tan desiertas como se podía imaginar a las 2 de la
madrugada. Cabe destacar que el problema del tránsito es muy agudo en Moscú.