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05.01.2009 10:53

La Bomba, a corazón abierto

Carles Cascante

Once temporadas en el primer equipo de baloncesto dan para mucho. Para alegrías y para decepciones, para triunfos y derrotas, para recuerdos y récords increíbles, para amistades imborrables..., todo eso y mucho más es lo que explica Navarro.

Después de una temporada en la NBA -enriquecedora a nivel de experiencias, pero pobre a nivel personal-, Juan Carlos Navarro aceptó a pies juntillas la oferta que le hizo la secretaría técnica del Regal FC Barcelona. Ser el buque insignia del nuevo proyecto azulgrana era ya de por sí sola una gran motivación para cruzar el Atlántico de vuelta a Barcelona. Ahora, apunto de empezar la segunda vuelta de la ACB y a las puertas de un Top 16 en la Euroliga, Navarro hace balance de como le están yendo las cosas, de cómo ve al equipo y de cómo se siente en un equipo que no deja de crecer.

Estamos en el antiguo gimnasio del Picadero (Palau Blaugrana 2), una pista que conoce muy bien… ¿Cuántos recuerdos, no?

“Sí, la verdad es que tengo muchos y buenos recuerdos de esta pista. He pasado buena parte de mi niñez aquí. He pasado por todas las categorías y he conseguido llegar donde quería, a triunfar con el Barça.”

Si cuando era un niño le hubiesen dicho que algún día sería el jugador franquicia del Barça de baloncesto y uno de los referentes del club del siglo XXI, ¿se lo habría creído?

“La verdad es que no. De todo ello te vas dando cuenta a medida que pasas categorías. Al principio, formar parte del Barça ya es de por sí un objetivo conseguido, pero creo que cuando comienzas a tomar conciencia que eso va en serio y que tienes opciones de seguir creciendo es cuando estás en la categoría júnior. Pero sí, es cierto que nunca habría pensado que llegaría tan lejos y ahora lo que espero es llegar a más.”

El 23 de noviembre del 1997 es una fecha que siempre recordará (el debut con el Barça). Aquel día hizo 10 puntos en 10 minutos y ya se metió al público del Palau en el bolsillo...

“Esta fecha no se olvida. Es un gran recuerdo para mí, a pesar de que tengo que reconocer que el partido ante el Granada ya estaba hecho. De todas formas, que la gente del Palau coree tu nombre el día que debutas..., impresiona. Ya hace un puñado de años, de aquello, y parece que aún les gusta mi juego, éste es mi objetivo, que continúen disfrutando con mi baloncesto.”

En las once temporadas como jugador azulgrana, ¿qué persona o personas le han ayudado más, le han apoyado en los momentos importantes y han estado donde usted cuando más les necesitaba?

“La familia y, en especial, mi mujer. Ella es la que siempre está en casa y con la que más me comunico. Ella es la que escucha mis preocupaciones o lo que me ha pasado a lo largo de un día, y eso es muy importante. La familia, en general, creo que siempre lo ha sido. Des de mi mujer y mis hijas, hasta mis padres, que son los que me llevaban a los entrenamientos en el Picadero...”

La temporada 1997/98, cuando llegó, ¿cuáles eran los referentes del equipo, aquellos jugadores en los que se quería ver reflejado algún día?

“Recuerdo perfectamente que había un Roger Esteller, que estaba jugando muy bien, y un Sasha Djordjevic, que también era todo un referente. Aquella temporada me sirvió, sobre todo, para coger experiencia. Era muy joven y solía hacer las cosas sin pensar, por ello me vino muy bien compartir vestuario con jugadores experimentados y de la categoría de los antes mencionados.”

De todos los compañeros que han pasado por el vestuario del Barça de baloncesto a lo largo de éstas 11 temporadas suyas en el club, ¿con cuál se queda y por qué?

“Hay muchos, pero si me tengo que quedar con algunos te diría Nacho Rodríguez, porque me ayudó muchísimo cuando comencé, y Roberto Dueñas. Son personas que te ayudan y que no sabes porqué, enseguida conectas con ellas, no sólo dentro de la pista, sino fuera también. Otro jugador importante, con lo que tuve una muy buena relación, fue Sarunas Jasikevicius. Él fue uno de los hombres importantes en la consecución de aquél triplete que logramos la temporada 2002/03.”

¿Cuáles son los hitos o las motivaciones de Juan Carlos Navarro con este equipo?

“Me motiva ser un poco el referente del equipo, cosa que no pasaba la pasada temporada en el equipo de la NBA donde jugaba. Todo eso, sin embargo, pasa por ser un poco el que guía al resto de compañeros a la hora de conseguir títulos, nuestro principal objetivo esta temporada, y ser también un espejo para los más jóvenes que están en el equipo.”

¿Cómo lleva la fama?

“Yo creo que la llevo bien. Te acostumbras que la gente te reconozca por la calle, te acostumbras a firmar autógrafos, a hacerte fotos con los que te lo piden. Todo eso, sin embargo, no es más que un fiel reflejo de cómo estás haciendo las cosas. Si no lo estuvieras haciendo bien, seguro que no tendrías este reconocimiento. Ésta es la parte positiva. ¿La negativa? Hombre, no te negaré que a veces me gustaría poder pasar más desapercibido, sobre todo cuando estás entre los amigos o la familia, pero es uno de los condicionantes de nuestra profesión y no tengo ningún problema.”

Hablamos de otros compañeros y amigos suyos que están en la NBA. ¿Está siguiendo las evoluciones de Marc Gasol y de Rudy Fernández en su temporada de debut?

“Sí, sí, y la verdad es que lo están haciendo muy bien. Son dos jugadores que eran referentes ACB y no tenía ninguna duda que lo harían muy bien en su primera temporada en la NBA. Están liderando las clasificaciones de ‘rookies', son dos jugadores con carácter y tienen mucha facilidad para jugar al baloncesto.”

¿Se acostumbra uno a la presión de ser el líder de un equipo?

“A veces cansa también, sobre todo cuando tienes todo un peso que recae sobre ti, pero no es el caso de esta temporada. Soy un jugador importante, pero el equipo está muy bien compensado y hay una gran calidad en la plantilla. Tenemos más de un referente ahora y eso es importante a la hora de confeccionar un gran equipo. Pero la presión se lleva bien. Te acostumbras a ofrecer a la gente una serie de cosas y a veces, cuando se baja el nivel, la gente se pregunta el porqué. Pero eso es el deporte y lo llevo bien, sin presionarme mucho a mí mismo, porque si lo haces no juegas bien.”

Tiene sólo 28 años, pero después de tantas temporadas en la élite, ¿se le ha pasado por la cabeza en algún momento qué le gustaría hacer cuando se retire?

“Tal vez alguna cosa relacionada con el baloncesto. Tampoco lo he pensado mucho, porque espero que aún me quede cuerda para rato. De momento me queda esta y cuatro temporadas más con el Barça y espero concluir mi carrera deportiva aquí. Lo que sí que tengo claro es que una vez me retire, me pasaré un año sabático para estar con mi familia. Después ya veremos.”

Después del partido jugado en Menorca usted atrapó a Andrés Jiménez en la lista de segundo jugador con más partidos jugados con la camiseta azulgrana en la ACB. Ahora ya lo ha superado (378) y sólo le falta superar a Epi... ¿Qué le parece, todo ello?

“Me parece un hito muy importante. Me enteré cuando se acabó el partido contra el Menorca. De todas formas, es preciso decir que Epi ya llevaba varios años jugando cuando se fundó la ACB. A pesar de ello, me hace mucha ilusión superar a un histórico como Jiménez. Creo que es una muestra más que estoy en uno de los mejores clubs del mundo y que la gente que me ha entrenado a lo largo de todos estos años ha confiado en mí.”

El equipo ahora está volviendo a recuperar aquel gran baloncesto que ofreció al principio de temporada. ¿A qué cree que se debe eso?

“Creo que sufrimos un poco todo el estrés de los largos viajes. Estábamos a un nivel impresionante y coincidió con la gira por los Estados Unidos. Aquellos largos viajes, con los cambios horarios que suponen, con el hecho de que el cuerpo se tiene que acostumbrar rápidamente... todo ello nos afectó y lo pagamos. Fue todo muy rápido. Y ahora, en cambio, estamos volviendo a coger la forma ideal. Creo que tenemos equipo para rato y, como también he dicho antes, hay mucha calidad. Estamos muy compensados y si estamos intensos detrás, delante hay calidad de sobra.”