
14.11.2008 12:00
Carles Cascante
A las puertas de un fin de semana atípico –tienen fiesta desde ahora y hasta el domingo a las seis- los jugadores del Regal Barça han tenido una mañana distinta. Primero ejercicio y luego, piscina. Un merecido relax después de semanas a todo ritmo.
Los integrantes de la plantilla del Regal Barça, con los lesionados
Lakovic y Sada incluidos, han llegado al hotel alrededor de las 12.00 horas. Primero, estiramientos
y máquinas, luego bicicletas o cintas para correr. Poco después, siempre bajo la atenta mirada y
siguiendo las pautas marcadas por el preparador físico Toni Caparrós, los jugadores han hecho pesas
durante una media hora. Algunos, incluso, han tenido tiempo de estirar en una máquina que ya
conocieron en su viaje en Los Ángeles para mejorar el endimiento de los abductores.
La piscina ha sido, sin embargo, el momento más esperado. El momento
donde los jugadores se han vuelto niños y se les ha visto realmente relajados. Después de un rato
en el jacuzzi, los jugadores han pasado en la piscina grande donde han jugado un improvisado
partido de waterpolo en el que han destacado las constantes salpicadas de unos a otros y el
buen humor.
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