20.09.2009 23:01
Verònica Díez
Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio se han proclamado campeones del Eurobasket. La selección española ha ganado en la final a Serbia por 85 a 63. El equipo estatal pasa de la plata de Madrid al oro en Polonia. Gasol ha sido el MVP del partido.
El baloncesto español está imparable. A día de hoy España es campeona del mundo, campeona de
Europa y subcampeona olímpica. Navarro se ha colgado las tres medallas, mientras que para Ricky es
su segunda y es que el joven azulgrana todavía no ha participado en un mundial. Turquía podría ser
su oportunidad. La ‘Bomba’, capitán del equipo, ha sido el encargado de levantar la
copa de campeones. Se lo ha merecido y es que con 12 puntos ha sido uno de los máximos anotadores
de su equipo. El también azulgrana, Ricky Rubio, ha hecho 13 puntos. Pero la auténtica estrella ha
sido Pau Gasol con 18 puntos y 11 rebotes.
Por otra parte, España ha sido capaz de romper una marca histórica y es que la máxima ventaja
conseguida a la media parte data de 1949 en un partido en el que Egipto ganaba a Francia por 20
puntos.
Sin problemas
La solidez defensiva, la inteligente circulación de pelota, el dominio
del rebote y la contundencia ofensiva han sido las armas utilizadas por la selección estatal en la
gran final. España ha planteado un partido muy serio desde el primer minuto. Con Pau Gasol, Rudy
Fernández, Juan Carlos Navarro y Ricky Rubio como líderes del grupo, el equipo español pronto ha
dejado a Serbia a la sombra, una Serbia ausente durante todo el primer tiempo. El primer cuarto ya
daba el primer aviso a los serbios. Con un 24 a 14 los españoles se han plantado en el segundo
cuarto.
El espectáculo ha continuado. Los hombres de Scariolo se lo han pasado como los enanos. La
complicidad entre los jugadores se ha notado en la pista. El conjunto serbio se ha puesto nervioso.
Sin suerte en el tiro y con una España espléndida presionando continuamente, Serbia no ha
encontrado su sitio en la pista. Tripkovic ha sido el jugador más efectivo, pero no suficiente para
plantar cara a su rival. Al descanso se ha llegado con un 52 a 29 y con un total de 24 rebotes.
Más de lo mismo
La dinámica de juego a penas ha cambiado en la reanudación. El dominio español ha continuado
siendo absoluto aunque, eso sí, ahora con una serbia más despierta. Krstic ha dado una mínima
esperanza a su equipo junto con su compañero Velickovic, pero se ha quedado sólo en eso, una
esperanza. Las distancias se han mantenido y el tercer periodo se ha cerrado con un 67 a 44.
En el cuarto cuarto los de Scariolo han seguido con la exhibición. Cabezas y Llull se han
unido a la fiesta. Las caras de alegría eran evidentes, la fiesta estaba en el banquillo de España
que con el partido sentenciado hacía tiempo, no ha hecho más que mirar el reloj para poder saltar a
la pista a celebrar su primer oro europeo.