30.10.2009 14:37
Grimau y Morris se dejan ver
Sònia de Alba
Son dos hombres con roles menos protagonista, a priori, pero en el juego del Regal Barça todos los efectivos tienen cabida. Contra la Cibona en el Palau, tanto Terence Morris como Roger Grimau se dijeron la suya.
Morris completó un partido prácticamente perfecto. Con un 23 de valoración, el ala-pívot fue el
mejor jugador del
Regal
Barça-Cibona
. 15 puntos (con 5 de 5 en tiros de dos, uno de dos en triples y 2 / 2 en tiros libres),
más cuatro rebotes y una asistencia, el norteamericano se convirtió en un referente durante los
primeros minutos de juego .
Serio sobre la pista y también muy sereno, Morris recibió el reconocimiento del Palau y de su
entrenador. "Estoy muy contento por él porque no ha tenido la suerte masa de cara hasta ahora",
explicó Xavi Pascual en la rueda de prensa y también añadió que "es un jugador que nos puede
aportar muchas cosas."
El jugador, consciente de que puede dar mucho más, expresó que se sentía contento por haber
ayudado al equipo y que todo había sido un reflejo directo del trabajo de la semana y de la
confianza que le da Pascual.
El capitán, también
Roger Grimau es un hombre que se deja la piel - algunas veces de forma
literal - durante el partido. Con mayor o menor aportación ofensiva, en lo que nunca falla el
capitán es en el desgaste, lo que siempre pide un entrenador y que es muy difícil de valorar
estadísticamente.
Grimau aporta intangibles que ayudan a hacer crecer el equipo. Pero también ha sabido
aprovechar sus momentos. Por ejemplo, con 9 puntos (4 de 5 en tiros de dos) y 3 asistencias, el 44
azulgrana firmó canastas contra la Cibona de las que hacen espolear al público.
Aunque no es muy habitual que machaque el aro, Grimau también demuestra una gran capacidad
física. Uno de los momentos que ni la afición azulgrana ni el jugador olvidarán es el mate que
firmó contra el DKV Joventut en el segundo cuarto en la cuarta jornada de la ACB. Para los amantes
del baloncesto, podría equipararse al mate que hizo Rudy Fernández con la selección española en la
final olímpica de Pekín 2009 ante Dwight Howard.
59 puntos, por tercera vez
Contra el Fenerbahçe el resultado final fue de 59-82. Contra el DKV Joventut, 92-59 y ante la
Cibona, 81-59. La señal de identidad del equipo, la defensa, se mantiene a un nivel envidiable.
Pero contra los croatas podría haber sido mejor. "Valoro muy positivamente haber dejado otro rival
con menos de 60 puntos pero nos podríamos haber ahorrado 9-10 puntos fáciles, consecuencia de tres
pérdidas de balón en la primera línea y unos rebotes en ataque que no hemos cerrado bien en el
segundo cuarto", explicó un Xavi Pascual, siempre exigente, al acabar el partido.