Siempre es muy de agradecer trabajar con el apoyo de la afición. Los azulgranas lo piden en cada partido y no es una petición gratuita. Recibir el calor de la gente ayuda a rendir al máximo. Y la afición de la Seu d'Urgell pudo empujar al Regal Barça en un entrenamiento diferente.

Los hombres de Xavi Pascual ya trabajan en el Pirineo leridano. No han tardado mucho. Si el sábado por la mañana los azulgranas viajaban hacia la Seu, nada más llegar, fueron hacia el pabellón para arrancar cuatro días de trabajo condensada.

Pascual recordó a sus jugadores, antes de empezar el entrenamiento, que esta sesión debía seguir las pautas de trabajo normales en cuanto a la intensidad. Es lo mínimo que podía ofrecer el equipo a los más de 500 aficionados que llenaron el pabellón de La Seu d'Urgell.

La única ausencia fue la de Juan Carlos Navarro que, a pesar de marchar con el equipo por la mañana, tuvo que volver a Barcelona por la noche para recoger el premio que le acredita como parte integrante del quinteto ideal de la Euroliga . La firma de La Bomba fue la que faltó en muchas libretas de los aficionados más jóvenes que invadieron la pista, nada más terminar el entrenamiento, para saludar y cazar el autógrafo de sus ídolos.