23.12.2010 22:43
Llorenç Tarrés
No ha habido milagro. El Regal Barça ha hecho los deberes y ha ganado un intenso duelo contra el líder Montepaschi, pero la victoria del Fenerbahçe ante el Cholet no permite ser segundos. En todo caso, los de Pascual mostraron síntomas de mejoría.
Si alguien pensaba que el Montepaschi, con el primer puesto de grupo asegurado, vendría de
turismo en Barcelona, estaba bien equivocado. El conjunto italiano aspira a todo esta temporada y
el Palau es una buena plaza para demostrarlo, para enseñar a Europa que Siena mira hacia la
Final a 4.
El conjunto de Simone Pianigiani ha marcado el ritmo durante todo el primer tiempo. El ritmo
que más le convenía, sin dejar correr a un Regal Barça que ponía más en juego en estos 40 minutos,
la deseada segunda plaza de grupo, si bien todo dependía de una poco esperada derrota del
Fenerbahce ante Cholet que no ha llegado. Por eso el triunfo, más prestigio que valor real, se ha
celebrado intensamente.
Más problemas físicos
El Regal Barça, con Lakovic y Perovic tocados e Ingles con fiebre,
aparte de las bajas ya conocidas, no ha empezado mal pero las cosas no acababan de funcionar.
Quería pero no podía, el equipo de Pascual, ante un conjunto italiano entero, concentrado y, a
diferencia de su rival, sin nada que perder. A pesar del trabajo intenso de Perovic y Lorbek bajo
los aros, desgastando a los pívots italianos, y el liderazgo de un Navarro más predispuesto que
acertado, los azulgranas se han visto muy pronto por debajo en el marcador.
No era una diferencia excesiva pero sí era constante. Las entradas a canasta del eléctrico
McCalebb y los puntos de Zisis y Hairston hacían daño a un Regal Barça espeso pero luchador. Las
canastas de Perovic y los rebotes ofensivos de Vázquez eran buenos ejemplos. Costaba Dios y ayuda
anotar, pero el equipo no ha desesperado.
Una canasta enorme de McCalebb ha cerrado el primer cuarto con un inquietante 13-17, si bien
las cosas han empeorado en el segundo parcial, con un Siena abriendo hueco hasta el -8. Los balones
perdidos, una docena al descanso, han sido un lastre, y la buena defensa italiana ha permitido que
el Montepaschi mandara con relativa comodidad, llegando al descanso con un 31-37 en el luminoso.
El tercer cuarto, el mejor
Las noticias procedentes de Estambul no eran las mejores, pero el
descanso ha servido para reactivar el equipo azulgrana, más intenso en defensa, corriendo a la
mínima oportunidad y con mucho más acierto. Desde la defensa, el equipo ha ofrecido una nueva
mentalidad y ha clavado un parcial de 10-0 en 3 minutos que ha devuelto el mando del partido, algo
que no ocurría desde el 4-2 inicial.
Un triple de McCalebb ha frenado el hemorragia y ha reactivado a un Siena que ha recuperado
su agresiva defensa. De la mano de Rakovic, un auténtico peligro, el Montepaschi ha subido la
intensidad y el partido ha derivado en un duelo casi de
playoff, con mucha dureza en los choques y alternancias constantes en un marcador de
diferencias siempre mínimas.
Final de infarto
Con 56-55 se ha llegado en los últimos diez minutos. Todo en juego. Las
espadas en alto. Mucha tensión. Dos equipos que no han rechazado el contacto, que han agotado
posesiones y que no han encontrado fácilmente el aro rival. McCalebb (20 puntos) ha vuelto a pista
para liderar el ataque italiano. El Regal Barça ha tirado de colectivo, del carácter de Grimau, de
los rebotes de coraje de Lorbek, de la defensa en bloque. Los azulgranas se han mantenido por
delante, con distancias mínimas, sumando balones perdidos (22 en total) pero sin dejar de dar pasos
hacia la victoria.
Y la victoria ha llegado en un desenlace de infarto, con una canasta final de Ricky, un
coast to coast a seis segundos del final. No ha habido el milagro del segundo puesto pero
eso no cambia nada las sensaciones con las que el campeón cierra la primera fase. Sin duda en
crecimiento, cuando se acerca el inicio de la verdadera Euroliga.
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