30.12.2010 21:04
Llorenç Tarrés
El Regal Barça acaba el año como líder de la ACB tras vapulear al Madrid. El clásico ha vuelto a tener clarísimo color azulgrana. Los de Pascual, en una exhibición colectiva, han pasado por encima de los blancos desde el salto inicial.
El mejor Regal Barça ha aparecido en el mejor momento y en el mejor escenario. En el hall del
Palau todo era concentración en los minutos previos. Los jugadores del Regal Barça se animaban, en
silencio, con gestos. Caras de fe y ganas de entregarlo todo. Y la salida a pista ha sido
fulgurante, como un trueno, despampanante, cegando a un Madrid descolocado y con demasiados
fantasmas de color azulgrana.
La intensidad azulgrana ha pasado por encima de un Madrid atropellado.
Un 7-0 de parcial para empezar, aderezado con un Palau que ofrecía un ambiente de gala. Perovic,
sorpresa en el cinco inicial, anotó seis de los primeros puntos de un Regal Barça que, desde la
defensa, ha destrozado al Madrid con rápidas transiciones y un elevado acierto en el tiro.
Triunfa el concepto de equipo
Dos triples de Lorbek, las penetraciones de un Lakovic enorme, unos destacadísimos
Grimau y Sada, todo coraje, y las acciones de líder de Navarro han alargado la racha hasta el 19-5.
El tiempo muerto de un desesperado Messina no ha servido para frenar la avalancha del equipo local,
sólido en defensa y letal en ataque. Canastas imposibles de Grimau y Navarro han acabado de
desencajar a los madridistas.
El Madrid revivía pronto las últimas derrotas, contundentes, humillantes, ante un Regal Barça
que le tiene comida la moral. Los intentos de reacción, un parcial de 0-8 y otro de 0-5, no han
servido para reducir la diferencia, a pesar de las constantes rotaciones del técnico italiano. El
equipo de Pascual ha cerrado un primer cuarto de libro con un concluyente 28-15, gracias a un
triplazo sobre la bocina de Sada.
Debut de Anderson
El segundo cuarto ha abierto aún más la herida. Una antideportiva de Sergio
Rodríguez se ha saldado con cinco puntos seguidos de Lakovic, que un minuto después ha sufrido la
ley de la compensación y también ha recibido una antideportiva. Esto ha provocado el debut
prematuro de Anderson, el nuevo fichaje. Sus primeros minutos ACB se resumen en cinco faltas, si
bien el estadounidense ya ha empezado a entrar en la dinámica del equipo, del mejor Barça.
Fischer intentaba sacar su equipo del socavón, pero dos mates de
Vázquez y la garra de Sada (capaz de robar un balón dentro de la botella al gigante Tomic) han
vuelto a poner el Palau en ebullición. Navarro, a su vez, seguía destilando talento, anotando y
asistiendo a partes iguales. Al descanso el resultado lo decía todo: 49-34
Quien avisa no es traidor y el Regal Barça ya había puesto las cartas sobre la mesa, pero
tras el descanso el Madrid ha vuelto a tropezar con la misma piedra. Un rival más intenso y que
ponía el talento al servicio del grupo por encima de las acciones individuales de Tucker, Llull y
compañía. Los de Pascual han superado la barrera de los 20 puntos y por un momento ha peligrado la
máxima diferencia histórica en un clásico (+28, diciembre de 2000).
Susto de Navarro
El único susto del partido se ha producido ecuador del tercer cuarto,
cuando un choque entre Navarro y Ricky ha hecho que el crack de Sant Feliu se retirara a
vestuarios. Se temía una fractura nasal, pero Navarro ha vuelto a pista pocos minutos después,
ovacionado por el público y con el mismo acierto de siempre.
Cuando el Madrid se ha acercado hasta los 14 puntos, Navarro ha liderado la última escapada
azulgrana, la definitiva, y Morris ha puesto la guinda en el último parcial. Los intentos blancos
para maquillar el resultado no han servido de nada. Jaka Lakovic ha acabado el partido como máximo
anotador (17 puntos), cinco jugadores locales han acabado por encima de los 10 puntos y Messina ha
acabado como en los últimos clásicos: cabizbajo en su banquillo, sin saber cómo desvanecer los
fantasmas azulgranas.
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