Sada lo ha vuelto a hacer. Como ya sucediera en París, el base azulgrana volvió a interpretar a la perfección lo que quería el entrenador de él. Tras no jugar ni un sólo minuto en semifinales, Sada salió, jugó y cumplió con su cometido.
En el FC Barcelona Regal, ya demostró de lo que era capaz en la final de la Euroliga 2010. En esa
final, Víctor se quedó sin jugar en ‘semis’, pero eso no le impidió brillar en la final
contra el Olympiacos, liderando por momentos al equipo y guiándole hasta el título.
Copa, Liga y selección
En la final de Copa ante el Real Madrid, Sada volvió a brillar con una
actuación casi perfecta. Solo Anderson le apartó del MVP. Sada contagió a los suyos con esos
intangibles tan apreciados en el mundo del deporte: los de la entrega, pasión y todo ello
acompañado de un 20 de valoración tirando solo 4 veces.
En la final ACB contra Bilbao, más de lo mismo. A base de rebotes ofensivos imposibles y de
penetraciones arriesgadas, Sada volvió a guiar a los suyos hacia un nuevo título de Liga. 14 de
valoración, con 6 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias tuvieron la culpa.
Y en el último capítulo que ha vivido deportivamente hablando, la final del Eurobasket, Sada
se puso por enésima vez el mono de trabajo y en los 10 minutos que estuvo en pista logró desquiciar
a toda una estrella como Tony Parker y, además, dejó una canasta para el recuerdo, al filo del
tercer cuarto, con un Alley-Hoop de esos marca de la casa. Sada, en estado puro.