
31.10.2011 12:13
Carles Cascante
Una sola mirada con el rabillo del ojo es suficiente, un solo gesto de desmarque y Huertas encuentra la conexión con Vázquez. El gallego y el brasileño se entienden a la perfección. Donde uno pone el balón, el otro pone las manos para machacarla.
En Fuenlabrada esta
conexión se pudo ver hasta tres ocasiones diferentes. Y es que esta pareja de baile seguro que dará
muchas alegrías a la gente del baloncesto azulgrana. Pero Marcelinho no es sólo espectáculo a la
hora de conectar con los compañeros. El brasileño también asume la responsabilidad cuando se le
pide y eso es un rasgo característico de él que valoran mucho los compañeros.
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