08.08.2007 22:04
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Nicolau Casaus de la Fuente y Jené, que nació en Mendoza (Argentina) el 12 de febrero de 1913, ha estado estrechamente vinculado al FC Barcelona, del cual feu vicepresidente durante más de 25 años.
Su padre, José, era hijo de Lora del Río (Sevilla) y provenía de una familia de militares; su
abuelo estuvo en la guerra de Cuba y su tío murió combatiendo en África. Su madre, Gertrudis, había
nacido en Cervera (Lleida) y era una virtuosa del piano, aunque hizo trabajos mucho más duros para
sacar adelante a la familia, que era modesta. Sus padres ya tenían dos hijos (Lola y Josep) cuando
decidieron emigrar hacia Argentina, donde nació Nicolau Casaus y también su hermano Robert, muerto
prematuramente a los 16 años.
En 1918, al acabar la I Guerra Mundial, la familia Casaus volvió a
Catalunya y fijó su domicilio en Igualada, después de que al padre no le hubiera funcionado del
todo bien un negocio editorial que había montado en Argentina.
Su primer contacto con el fútbol
Fue en Igualada donde Nicolau Casaus se aficionó al fútbol y, desde una edad temprana, lo
practicó en el equipo del Ateneu igualadino. Tenía 9 años cuando vio por primera vez un partido del
Barça y cuando, también por primera vez, habló con el que seria su ídolo y más tarde entrañable
amigo: Josep Samitier.
Su primer trabajo fue en una imprenta de Igualada. Era el año 1927 y cobraba cinco pesetas a
la semana, mientras aún tenía tiempo para asistir dos horas diarias al colegio.
Fundador de la Penya Germanor
Casaus fundó una de las primeras peñas barcelonistas, entonces concebida
como un grupo de amigos: la Penya Germanor. Desde Igualada organizó autocares tanto para ir al
estadio de las Corts a ver los partidos del Barça como para seguirlo en los desplazamientos. En la
temporada 1951-52, llegó a ir hasta Tetuán en coche para celebrar la victoria del Barça en la Liga
el domingo anterior.
Con 24 años, se casó por primera vez en 1937, con Pepita Masip Sabat, hija de un empresario
textil de Igualada y que era prima hermana de la esposa del que sería gran extremo derecho del FC
Barcelona, Estanislau Basora.
Su nacionalidad y la Guerra Civil
La Guerra Civil lo sorprendió en Igualada, cuando estaba al frente del
incipiente negocio textil de la familia. Intentó reclutarse para luchar por el bando republicano,
pero Casaus era oficialmente extranjero (pese a haber estado inscrito en el consulado de Mendoza,
sus papeles nunca fueron enviados a España) y lo conminaron a abandonar España. Casaus se lamentaba
al respecto porque a dos amigos suyos, a los cuales animó para alistarse para combatir el fascismo,
sí los dieron como aptos.
Pese a no poder ir al frente, participó activamente en la defensa de la
República desde la revista “Horitzons”, en la cual no había semana que no escribiera un
artículo contra el general Franco y sus tropas. Esta actividad le pasó factura cuando se produjo la
victoria de los “nacionales” y fue detenido por la policía franquista en 1939, que lo
fue a buscar a su casa, en Igualada, una vez finalizada la Guerra Civil. Oficialmente, le imputaron
los siguientes cargos: “rojo, separatista y auxilio a la rebelión”.
Condenado a muerte
Después de un Consejo de Guerra, estuvo condenado a muerte durante 72 días y permaneció cinco
años en prisión, donde se puso al frente del economato. “De esta manera no pasé
hambre”, reconocía. También recordaba que su afición a fumar puros y a hacer la siesta empezó
en la prisión. La única cosa que agradeció a la policía franquista fue el hecho de que nunca lo
torturaran.
Una vez recuperada la libertad, se trasladó con su familia a Barcelona, a la calle Bailén,
dónde junto con un amigo y con la ayuda económica de Samitier (nunca escondió que le dejó 400.000
pesetas de entonces) puso en marcha una empresa de hilaturas.
Pero a la salida de la prisión Casaus había perdido todos los derechos como
ciudadano (que no recuperó hasta el año 1975) y no podía ocupar ningún cargo directivo en el FC
Barcelona, pese a haber colaborado con varias directivas y ser uno de los principales impulsores de
la Penya Solera. A pesar de no ser uno de sus fundadores, sí pudo presidirla durante 18 años.
También estuvo al frente de la Comisión Social de la inauguración del Camp Nou, el 24 de septiembre
de 1957. Antes, el 18 de marzo de 1954, también estuvo entre el grupo de barcelonistas que trajo la
primera piedra del Camp Nou desde el viejo campo de las Corts.
Sus problemas con el régimen franquista no acabaron al salir de la prisión. A finales de los
años sesenta se libró de dos órdenes de expulsión del país, dado que todavía estaba considerado
como extranjero. Una vez, por hacer un discurso en catalán. Y otra, por cambiar de sitio un retrato
del general Franco que estaba en la puerta de entrada de la Penya Solera. Además de Samitier,
deportista muy admirado por Franco con el que mantuvo una cierta amistad, fue el académico José
María Cossío quién intercedió por Casaus y entre ambos consiguieron que se anulasen las órdenes de
expulsión.
Opositor y candidato
Como barcelonista militante, ejerció una oposición muy fuerte, durante los años sesenta y
setenta, hacia los presidentes Enric Llaudet (1961-68) y Agustí Montal (1969-77), lo cual reconoció
en repetidas ocasiones.
En 1975 enviudó, al morir su esposa en accidente de tráfico. Cinco años después contrajo
matrimonio con Conchita Sanfeliu Malet.
En 1978 se presentó como candidato a la presidencia del Futbol Club Barcelona representando
el barcelonismo histórico. Josep Lluís Núñez fue el ganador en las urnas y ofreció a Casaus la
vicepresidencia del Club. Nicolau Casaus la acceptó para trabajar en el área social y en la
relación con las Peñas, con las cuales siempre había tenido un vínculo importante. Desarrolló esta
responsabilidad durante 25 años, hasta el 2003.