Del verano se ha extraído el máximo rendimiento. El Palau Blaugrana ha visto como no sólo se le ha hecho un lavado de cara, sino también se han modernizado y maximizado los espacios del escenario polideportivo por antonomasia del barcelonismo.
Desde el día después que acabó la temporada de baloncesto y todas las secciones empezaron las
vacaciones, los operarios se pusieron en marcha con las obras del Palau.
Una nueva imagen
De los primeros trabajos que se llevaron a cabo fue el cambio de
sillas para todos los espectadores. Los nuevos asientos son más confortables, con un diseño y unos
colores más vivos y atractivos. A la vez se aprovechó para hacer una reducción del espacio del
palco presidencial para dar cabida a un área para empresas. A partir de ahora el palco queda
dividido en dos secciones donde se situaran los directivos, con una capacidad para 63
personas, y la zona de empresas, con 108 localidades.
En este sentido, la zona vip de las entidades vinculadas al Palau también se ha renovado. 150
personas podrán tener cabida, aumentando casi en un 50% el aforo habida hasta ahora.
Una de las grandes novedades es que los abonados serán invitados de manera rotatoria a esta
zona.
Mantenimiento general
Como cada año, los operarios aprovechan el periodo de inactividad
competitiva para realizar las tareas más laboriosas que no se pueden llevar a cabo durante la
temporada. Éstas son la limpieza y sellado del pavimento. Este año además se ha aprovechado para
pintar las barandillas y retocar las infraestructuras más perjudicadas. También se ha procedido al
pulimento del parqué. El pasado verano se hizo el cambio cíclico del suelo de la pista, que se
suele hacer cada 6 años aproximadamente.
Mejor trato para los jugadores
En cuanto a los cambios que afectan directamente a los equipos, el
baloncesto, balonmano, hockey patines y fútbol sala disfrutaran de unos vestuarios más
amplios. En los últimos años se ha ido mejorando el espacio de los equipos de las secciones
profesionales, lugares donde pasan tantas o más horas que en la cancha. Aparte de esta ampliación,
también se ha creado una zona de recuperación. La antigüedad del Palau siempre supone un obstáculo
prácticamente insalvable para hacer mejoras de consideración. Pero a partir de esta temporada los
fisioterapeutas y preparadores físicos dispondrán de más elementos para facilitar su trabajo. Se
trata de una zona de aguas y de un espacio adaptado para mantener los jugadores en perfectos
condiciones.
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La reforma más importante de la historia
El Palau Blaugrana se construyó en el año 1971. Desde entonces es cierto que se han ido produciendo
diferentes cambios pero todos en la línea de la modestia que obligaba una instalación tan antigua.
En el año 1994 el Palau vio como la grada aumentaba su capacidad y se pasaba de los 5.700
espectadores a 7.334. Con la reforma, el Palau tendrá un total de 7.585 localidades. Por
lo tanto, la readaptación que ha vivido este verano el pabellón barcelonista se puede considerar la
más completa desde su construcción hace ahora 36 años.