06.12.2007 14:06
Un país con mucha fuerza
Marc Parramon (enviado especial)
La expedición azulgrana ya ha vuelto de Swazilandia, un país de gente con mucha fuerza: una sociedad que quiere luchar contra los problemas que la asedian.
Gracias al acuerdo entre el Barça y Unicef, se ha mejorado en el diagnóstico, el tratamiento y la
sensibilización ante el SIDA, así como también se han construido centros de apoyo comunitario para
la población de Swazilandia.
Lucha contra el Sida
Por ejemplo, se han adquirido dos aparatos médicos que permiten diagnosticar el Sida a
los recién nacidos de menos de 18 meses. Eso permite diagnosticar precozmente la enfermedad y
administrar tratamiento, y por lo tanto, los niños ganan en calidad de vida.
Aparte de diagnosticar y de tratar el Sida, también es básico para la población tener
conciencia de la existencia de la enfermedad. Por ello, se ha fomentado en distintas clínicas, la
sensibilización hacia esta enfermedad para que todos los integrantes de las comunidades conozcan
sus efectos devastadores y se acerquen a los centros de salud para hacerse pruebas y seguimientos.
La clínica de la localidad de Shewula, cerca de la frontera con Mozambique, es un ejemplo.
Acceso al agua potable
No sólo el Sida es un problema para la población de Swazilandia. El acceso al agua
potable es otro. Por ello, gracias al compromiso entre el club y el organismo internacional, se han
construido 17 nuevos pozos de agua en escuelas y comunidades. Estos pozos permiten acceder al agua
potable sin tener que hacer largos recorridos a pie. Así se evita que, por ejemplo, las niñas que
son normalmente las encargadas de recoger el agua no se ausenten de la escuela por este motivo.
Paralelamente a la construcción de estos pozos, se han dispuesto letrinas en escuelas que
facilitan la higiene de los niños.
23 nuevos centros de apoyo pedagógico
También se han construido 23 nuevos centros de apoyo pedagógico que dan ayuda integral a los
jóvenes vulnerables. Los centros apoyan de forma nutricional, educativa y psicológicamente. Para
cuidar los jóvenes huérfanos y supervisar los centros se ha entrenado a más de 800 cuidadores.
En distintas escuelas, se han puesto en marcha programas que utilizan el deporte como
herramienta educativa. Eso permite a los jóvenes a integrarse mejor en su comunidad y a aprender
habilidades necesarias para la vida como saber respetar sus derechos.
No menos importante es la dinamización de la elaboración de un registro de nacimientos que
permite contabilizar los recién nacidos.