29.04.2009 11:24
Xavier Catalán
Este miércoles se cumplen 50 años de la muerte del gimnasta Joaquín Blume, que murió a los 25 años en accidente de avión en Cuenca. Fue gimnasta del FC Barcelona.
Está considerado como el mejor gimnasta español de todos los tiempos y pertenecía a la sección
de gimnasia del FC Barcelona desde su creación, en 1958. Con sólo 19 años participó en los Juegos
Olímpicos de Helsinki del 1952, y fue el único español que participó en la prueba de gimnasia. Tres
años después, ganó cinco medallas de oro en los Juegos Mediterráneos de Barcelona.
Campeón de Europa en 1957
En 1957 se proclamó campeón de Europa absoluto en París, derrotando al favorito ruso
Yuri Titov. Con motivo de este galardón, el Barça le hizo un homenaje y Blume fue el encargado de
realizar el saque de honor en el encuentro de Liga en el Camp Nou entre el equipo barcelonista y el
Athletic de Bilbao. El gimnasta era también el máximo favorito en los Juegos Olímpicos de Roma de
1960. Pero no pudo participar. Estaba destinado a marcar época, pero un accidente de avión le segó
la vida.
Destino: las islas Canarias
Un avión bimotor de Iberia Douglas FEC-ABC salió de Barcelona a las 15.15 horas de aquel
fatídico miércoles 29 de abril de 1959. Su destino era Madrid, donde Blume y el resto de gimnastas
que viajaban tenían que enlazar con otro vuelo que les tenía que llevar a Santa Cruz de Tenerife y
Las Palmas para hacer varias exhibiciones gimnásticas.
Un total de 28 fallecidos
Desgraciadamente, nunca llegó a su destino. A las cinco y media de la tarde, aproximadamente, el
aparato se estrelló en la cordillera de Valdemeca (Cuenca), en el paraje conocido como El
Telégrafo, en el término municipal de Huerta del Marquesado.
En este punto, conocido popularmente como Collado Bajo, de 1.839 metros de altura, fue donde
Blume y el resto de los 24 viajeros y 3 tripulantes que viajaban en el avión perdieron la vida. Se
da la triste circunstancia de que a Blume le acompañaba María José Bonet, su esposa y también
gimnasta, que estaba esperando su segundo hijo.
La meteorología, en contra
Las malas condiciones meteorológicas, con una fuerte nevada, una densa niebla y una gran
tormenta eléctrica fueron la causa del accidente. La crónica sobre el accidente del diario
‘La Vanguardia’ afirmaba que el sistema de orientación del avión quedó dañado, lo que
hizo que el aparato perdiera altura y se desviara de su ruta. Si hubiese remontado el vuelo tan
solo 25 metros habría evitado la colisión contra la cima de la montaña. Testimonios del suceso aún
recuerdan los hechos y explican que el ruido que oyeron en los instantes previos del accidente fue
escalofriante y que el mal tiempo y la niebla impedían ver el aparato.
Una muerte muy sentida
La conmoción en Barcelona por la muerte de Blume fue
indescriptible. Más de cinco mil personas esperaron en la entrada de la iglesia de Santa Anna,
donde se instaló la capilla ardiente con los restos mortales de Blume y su esposa, junto a los de
cuatro gimnastas más. Los ataúdes fueron llevados a hombros por miembros de las secciones
deportivas del FC Barcelona y de la Federación Catalana de Gimnasia. Por la iglesia pasaron
numerosas personalidades del mundo del deporte durante toda la noche y miles de ciudadanos
quisieron decir su último adiós a los fallecidos.
El entierro, que tuvo lugar el 2 de mayo, fue multitudinario. Estuvo presidido por las
máximas autoridades militares y políticas del país, además de numerosos representantes de entidades
deportivas encabezadas por Francesc Miró-Sans, presidente del FC Barcelona, y el resto de
directivos azulgranas, que llevaban una bandera del club.
Los que tuvieron el placer de ver alguna actuación de Blume siempre recuerdan el cristo en el
ejercicio de anillas, una de sus figuras más destacadas, pues la ejecutaba a la perfección. Pero
también dicen los que le conocieron que Achim Blume no sólo era un deportista modélico, sino
también un hombre encantador, modesto, cordial, y que siempre tenía una sonrisa para todo el
mundo.
Unas 500 personas participaron este sábado en Huerta del Marquesado (Cuenca) en una marcha popular en memoria de Joaquín Blume. Organizada por el ayuntamiento de esta población, este año tuvo lugar la cuarta edición de esta marcha, que se celebra coincidiendo con el último sábado del mes de abril.
El itinerario se inició en esta localidad y acabó con una ofrenda floral en el monumento que se erigió en memoria de las víctimas del accidente de avión en Collado Bajo, a 1.839 metros de altura. En total, 16 kilómetros, ocho de ida y ocho de vuelta, por un recorrido espectacular en plena montaña, que hizo las delicias de los amantes del senderismo y la naturaleza, y que también contó con la participación destacada de cuatro ex compañeros de Blume.