10.04.2010 11:36
Cien años del nacimiento de Helenio Herrera
Manel Tomàs
Hoy se cumple el centenario del nacimiento en Buenos Aires del legendario entrenador Helenio Herrera, 'el Mago', un hombre genial. Con él, el Barça vivió una época gloriosa en el bienio 1958-60.
Nacido en Buenos Aires el 10 de abril de 1910, Helenio Herrera (para todos, HH) era hijo de
emigrantes andaluces. Con nueve años se trasladó con sus padres a Marruecos, donde empezó a jugar
al fútbol con equipos infantiles, aunque más adelante desarrolló su carrera deportiva en Francia.
Colgó las botas con 35 años para iniciar su labor como técnico, primero en Puteaux y después en el
Stade Français, al que ascendió a Primera División.
Entonces ya era conocido por los aficionados franceses como 'sorcier' (brujo). Su incipiente
fama traspasó fronteras y en el año 1948 fue contratado por el Valladolid, pero su consagración
definitiva la tuvo con el Atlético de Madrid, al que hizo campeón de Liga las temporadas 1949/50 y
1950/51. Su periplo por la Liga española lo llevó después a equipos como el Málaga, el Deportivo y
el Sevilla. A finales de la temporada 1957/58 ocupó el banquillo del Barça en sustitución del
cesado Domènec Balmanya.
Un técnico genial
Pronto los aficionados culés pudieron comprobar quién era ese
entrenador tan peculiar que llegaba con el apelativo de 'Mago'. Helenio Herrera fue un verdadero
precursor en la preparación psicológica de los futbolistas, los que debían protagonizar unos
singulares rituales de motivación en los que se llamaban contundentes consignas a pleno pulmón y se
repartían pastillas que se tenían por refuerzos vitamínicos cuando no eran más que simples
placebos.
Como consecuencia de todo ello, los jugadores salían al campo como motos, dispuestos a
comerse el césped. Por otra parte, HH, todo un maestro en la confrontación dialéctica, se dedicaba
a pronunciar declaraciones altisonantes antes de los partidos en campo contrario y saltaba al
césped media hora antes del inicio para que los aficionados rivales le abuchearan y así aliviaba la
presión hacia sus jugadores. Aparte de eso, era un fanático del estudio del equipo rival y se
conocía todas y cada una de las características de los once jugadores contrarios.
Época triunfante para el Barça
Con Helenio Herrera en el banquillo, el Barça vivió en el bienio
1958-60 una etapa llena de títulos. Comenzó con éxito, ya que el 1 de mayo de 1958 se ganó la
primera edición de la Copa de Ferias al derrotar a la selección de Londres (6-0) en el Camp Nou. A
partir de entonces, el equipo barcelonista, que hasta entonces había vivido acomplejado por el Real
Madrid de Di Stéfano, se impregnó del espíritu ganador de HH y logró las Ligas 1958/59 y 1959/60,
la Copa 1958 / 59 y la Copa de Ferias 1959/60.
Aquel era un Barça compacto y extraordinario cuajado de figuras como Ramallets, Gracia,
Olivella, Rodri, Segarra, Suárez, Vergés, Gensana, Kubala, Tejada, Villaverde, Eulogio Martínez,
Evaristo, Kocsis, Czibor y Ribelles, entre otros, pero, en realidad, ningún astro destacaba
especialmente. La estrella estaba en el banquillo y ese equipo ha pasado a la historia como el
Barça de Helenio Herrera.
Segunda y tercera etapa al cabo de los años
HH
dejó la dirección técnica del Barça por desavenencias con la directiva a finales de la temporada
1959/60 y recaló en el Inter de Milán, con Luis Suárez, que también conseguiría resonantes éxitos,
como tres Ligas, dos Copas de Europa y dos Copas Intercontinentales. También dirigió a la Roma y el
Rimini.
En marzo de 1980, cuando ya hacía cinco años que estaba alejado de los banquillos, volvió al
Barça para sustituir a Joaquim Rifé. Sólo quedaban doce jornadas para acabar la Liga 1979/80 y la
clasificación barcelonista no era buena, por lo que el único objetivo posible era clasificarse para
la Copa de la UEFA, lo que se consiguió.
En noviembre de ese mismo año volvió a ser llamado como solución de emergencia, esta vez como
relevo de Ladislao Kubala. Como la remontada en la Liga 1980/81 aún era posible, lo primero que
hizo Helenio Herrera al llegar a los vestuarios del Camp Nou fue escribir en la pizarra "Seremos
campeones". A continuación, todos los jugadores tuvieron que repetir esta frase mágica en voz alta.
Como se puede comprobar, el paso del tiempo no le había hecho perder facultades. Al final, el
Barça cambió radicalmente de fisonomía y, si no ganó finalmente la Liga, fue debido al secuestro de
Quini, un hecho dramático que cortó de raíz la reacción del equipo azulgrana. De todos modos, ya
con el delantero asturiano felizmente liberado, Helenio Herrera pudo despedirse del Barça con la
conquista de la Copa del Rey, el 18 de junio de 1981 ante el Sporting de Gijón (3-1).
Retirado definitivamente del mundo de los banquillos, se trasladó a Venecia (Italia), donde
murió el 9 de noviembre de 1997.
Su última genialidad
Años después de la muerte de Helenio Herrera se descubrió algo
insólito. El 19 de marzo de 2000 su viuda, Fiora Gandolfi, manifestó a la prensa que acababa de
descubrir que su marido no había nacido en 1916, como constaba en su documentación, sino seis años
antes, en 1910. El engaño había sido muy simple: HH había modificado su fecha de nacimiento en el
pasaporte añadiendo al cero de 1910 una coleta para transformarlo en un seis. Como dijo Fiora,
"Helenio era así, un genio en todos los aspectos de su vida."