
11.06.2010 11:18
Manel Tomàs
Con el proceso de transición de la dictadura franquista al nuevo régimen democrático, el Barça pudo deshacerse del anacrónico sistema de elección presidencial por sistema de compromisarios elegidos por sorteos y pudo instaurar el sufragio universal.
Como es natural, surgieron muchas precandidaturas que con el tiempo se
quedaron por el camino. Finalmente, se mantuvieron sólo tres candidatos a la presidencia del Barça,
que eran Ferran Ariño, Nicolau Casaus y
Josep Lluís Núñez
. Ariño, que había sido presidente del Barça Atlètic, era considerado por muchos el candidato
del continuismo, si bien el mismo Montal insistía en que él no tenía ningún favorito. Por su parte,
Casaus, el más veterano, podía presumir de una larga trayectoria barcelonista desde los años
cuarenta, sobre todo en el ámbito de las peñas. Finalmente, Núñez era muy conocido como empresario
del sector de la construcción y llevaba un mensaje de renovación que terminó dándole la victoria
con 10.352 votos, por 9.527 de Ariño y 6.202 de Casaus.
El 18 de agosto de 1981 y el 2 de mayo de 1985 Núñez fue reelegido
automáticamente, porque no se presentó ningún otro candidato, pero, finalmente, el 1 de abril de
1989 hubo unas nuevas elecciones presidenciales al pasar el corte de las firmas de empresario Sixte
Cambra, un hombre vinculado al mundo del tenis. Previamente, Cambra había unido su candidatura a la
de Josep Maria Fusté, ex jugador y presidente de la Agrupación de Veteranos. Las elecciones
coincidieron con la disputa de un Barça-Madrid de Liga, por lo que las mesas electorales se
instalaron en los vestíbulos del Miniestadi. Núñez fue ratificado como presidente del Barça, ya que
obtuvo 25.441 votos por 17.609 de Cambra.
Núñez pudo ser reelegido el 7 de enero de 1993 sin pasar por las urnas
ante la falta de adversarios, pero cuatro años después se volvió a formar una candidatura opositora
para enfrentarse al continuismo. En un principio, los precandidatos, además del presidente, fueron
tres: Ángel Fernández, Jaume Llauradó y Josep Oriola. Los tres, sin embargo, acabaron uniéndose en
una misma candidatura que encabezó Fernández, un empresario inmobiliario que había sido directivo
de la sección de baloncesto del Barça.