Los hijos de Kubala hacen extensivo el homenaje con la inauguración de la estatua de su padre a toda la generación del Barça de los cincuenta.
Branko, Ladislau y Carles Kubala vieron como este jueves el Camp Nou y el Barça de las Cinco Copas
homenajeaba a su padre. Para los hijos del mito del barcelonismo,
la
inauguración de la estatua era un reconocimiento no sólo para su padre, sino para el Barça de los cincuenta que
practicaba fútbol en tiempos difíciles.
Estilo y marca Barça
Ladislau Kubala hijo ejerció de portavoz de la familia en los discursos ante la estatua de su
padre. Para él, el homenaje debe ser extensivo a toda una generación. “Debe ser un
reconocimiento para todos los futbolistas de aquel tiempo. Marcaron época y estilo y una forma de
fútbol que ha sobrevivido en Can Barça”, describe Ladislau.
El poder de la cantera
Para Branko, el hijo mayor de Kubala, su padre ha sido un gran jugador
de la historia pero modesto, no quiere considerarlo el mejor de todos los tiempos. “Ha habido
muchos de muy buenos y muchos más que habrá”, destaca Branko, que lo que sí que tiene claro
es que lo era primordial para su padre. “Él quería que se cuidase la cantera”, explica.
Eran amigos
Según Carles, hay una clave para entender los triunfos deportivos de aquella quinta de
futbolistas. “Eran más que compañeros de equipos; eran amigos”, destaca el más pequeño
de los hijos de Kubala.
Foto: David Cuéllar. De izquierda a derecha: Branko Kubala, Horaci Seguí, Carles Kubala y Ladislau Kubala.
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Unidos por el servicio militar
Uno de los futbolistas que este jueves asistió al homenaje, Ferran Olivella, explicó que con Kubala
vivieron una situación excepcional. “Como ambos hacíamos el servicio militar, entrenábamos
juntos y solos por las tardes porque por la mañana hacíamos la mili. Recuerdo que entonces aprendí
mucho de su técnica. He visto muchos jugadores, pero técnicamente, nadie como él”, explica
Olivella.