El último fin de semana del mes de mayo ha sido para el FC Barcelona histórico e inolvidable. Las Ligas de Campeones de fútbol balonmano han sido el punto álgido de dos días en que el Barça B, el fútbol sala y el baloncesto también han triunfado.
El presidente Sandro Rosell recibiendo de manos del capitán Laszlo Nagy el trofeo de campeones de Europa en el aeropuerto de El Prat. Foto: Germán Parga
El baloncesto y el fútbol sala, con paso firme
Este fin de semana el baloncesto y el fútbol sala tenían partidos importantes de cara a conseguir
el título de Liga. Y tanto el equipo de
Xavi Pascual como el de
Marc Carmona han conseguido importantes triunfos para conseguirlo. El
Regal Barça tiene un 2 a 0 en las semifinales de los play-off tras ganar al
Caja Laboral el
viernes
y el
domingo
en los dos primeros partidos de la eliminatoria disputados en el
Palau. Y el miércoles, en
Vitoria, el equipo de baloncesto puede certificar el pase a la final en la primera
de las tres opciones que tienen para hacerlo. Por su parte, el
Barça Alusport iniciaba el sábado las semifinales de Liga y lo hacía en
Santiago de Compostela con una remontada (
4-7
) que le permite llegar a los dos partidos de casa con ventaja.
Si el Barça es
'más que un club' es por fines de semanas como estos. Y es que la euforia por la
consecución de
la cuarta Liga de Campeones de fútbol
, y la
octava Champions para la sección de balonmano
aun es bien vigente entre los aficionados culés. Y entre la masa barcelonista está
el presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, que seguramente ha vivido el final
de semana más feliz desde que llegó a la presidencia del Club.
Domingo de gloria
Pasaban pocos minutos de las cuatro de la tarde cuando la puerta del avión de los
campeones de Europa se abría para dar paso al
capitán Carles Puyol y el
técnico Pep Guardiola, que llevaban la tan deseada copa, y detrás el presidente
Sandro Rosell y el
director deportivo de Fútbol Profesional, Andoni Zubizarreta. Jugadores, cuerpo
técnico y Junta Directiva fueron bajando del avión para hacerse la tradicional foto de familia en
la pista del aeropuerto.
Con un ojo en el Mini, con el otro en Colonia
Mientras el equipo se trasladó al puerto de Barcelona para empezar
la rúa por las calles de la ciudad
, el presidente del Barça se marchó hacia el Mini, donde el
Barça B se enfrentaba al
Salamanca en el que era el último partido en casa de
Luis Enrique como técnico del filial. Con ganas de ver a las jóvenes promesas de
la
Masia,
Sandro Rosell tampoco se olvidó del balonmano, que podía proclamarse campeón de la
Liga de Campeones en Colonia. El máximo mandatario del Club siguió desde una
televisión el triunfo de los hombres de
Xavi Pascual ante el
Ciudad Real, a la vez que tampoco se perdió
la goleada del B
desde el palco del Mini.
Fin
de fiesta en el aeropuerto
Mientras el
Barça B culminaba los últimos minutos de su partido en el
Mini, el
Camp Nou miles de personas esperaban la llegada del equipo de
Pep Guardiola. Un fin de fiesta para los jugadores de fútbol con la afición, pero
que el presidente del Barça, presente en la
celebración en el estadio
, quiso finalizar aeropuerto alrededor de las dos y media de la madrugada. Y es que el
Barça Borges era campeón de Europa y Sandro Rosell, acompañado por
el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, quiso ir a recibirlos para
felicitar al equipo de
Xavi Pascual.