A las 12 h. del mediodía, la Masía cerró, después de 32 años sus puertas como residencia de deportistas de la cantera del FC Barcelona. El vicepresidente deportivo Josep Maria Bartomeu, el directivo responsable del fútbol formativo, Jordi Mestre, el director de la Masía, Carles Folguera, y el director profesional de fútbol formativo y ex residente de la Masía, Guillermo Amor han sido los encargados de cerrar esta etapa, que a partir de julio tendrá continuidad con el Centro de Formación Oriol Tort, en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Los 16 títulos oficiales conseguidos esta temporada, colocados junto a la puerta de entrada, daban brillo a una ceremonia que seguían con atención un gran número de periodistas.

Un espacio emblemático

"Este es un acto simbólico de cierre de la antigua Masía. Nos trasladamos y la Masía ha tenido el papel de éxito que tenía que hacer. Tenemos hoy el orgullo de mostrar los 16 títulos conseguidos por las secciones profesionales este año. Con ellos tiene mucho que ver la Masía y la cantera ", reconoció el vicepresidente Bartolomeu en el acto.

Los éxitos deportivos pero también formativos

Por su parte, el directivo responsable de la cantera, Jordi Mestre ha querido subrayar los éxitos y títulos conseguidos esta temporada por la base. "Es un año histórico para el fútbol formativo. Entre el fútbol base y el fútbol femenino ha conseguido 19 títulos. Asimismo, hay que hacer un reconocimiento al Barça B a pesar que no es un título, tiene el mismo valor, quedar terceros en Segunda A ", destacó.

Mestre también ha querido poner énfasis en el valor que tiene para el Club aspectos que van más allá de los títulos físicos: "Para nosotros, el título más importante es cuando un jugador llega al primer equipo. También damos mucho valor a que tanto el primer equipo como el B han logrado el premio al Fair Play". Desde la directiva se ha querido reconocer el trabajo de los técnicos y responsables de la Masía actuales así como también todos los que han pasado en los 32 años de vida. "Nuestra misión es formar jugadores y también personas. Debemos ser un club competitivo pero no se gana a cualquier precio ", señaló en este sentido Mestre.

Emociones y futuro

También ha sido un día muy especial para dos de los otros protagonistas del acto de clausura: Carles Folguera y Guillermo Amor. El director de la Masía se ha mostrado convencido que el éxito de la Masía se alargará en la Ciudad Deportiva en el nuevo edificio. "Estamos muy ilusionados por el paso que damos. Pasamos a una residencia que será un ejemplo mundial por las inmensas posibilidades que tendrá. Ganaremos en gestión del tiempo, con los servicios médicos ubicados en la misma Ciudad Deportiva y con el incremento de plazas, de 60 a 80. Habrá un cambio cualitativo en lo que ofrecemos ", explicó Folguera. El máximo responsable de la Masía ha reconocido que se dará un impulso a la base de las secciones gracias al nuevo centro y que los valores de la Masía se mantendrán intactas. "Continuaremos trabajando con las mismas ideas y la gente que estamos en la Masía lo hacemos muy comprometidos y seremos un referente mucho mayor a nivel de residencia y de secciones profesionales. Nos sentimos alegres y felices si los éxitos vienen acompañados de formar excelentes personas ", subrayó Folguera.

Tanto Folguera como Guillermo Amor, uno de los primeros residentes en la Masía en 1980 , han querido extender un reconocimiento a la directiva que apostó por convertirla en residencia deportiva. Era un día especial para el actual director deportivo del fútbol formativo: "Estoy más nervioso que el día que llegué en 1980. No es un día fácil hoy. Para mí, no ha sido una residencia de deportistas sólo, sino mi casa. Tendremos una nueva residencia maravillosa y debemos trasladar todo el ambiente familiar. Haberlo bautizado con el nombre de Oriol Tort es el mejor inicio".