25 años del concierto de Lluís Llach en el Camp Nou
Manel Tomàs
Se cumplen 25 años de un concierto histórico que tuvo el Camp Nou de escenario. El 6 de julio de 1985 las gradas del campo se llenaron para presenciar la actuación del cantautor Lluís Llach, en un día en el que el campo fue un clamor catalanista.
Ese fue el primer concierto en el Camp Nou desde su inauguración en 1957 y fue anunciado entonces
como "más que un concierto". Las 103.000 personas que asistieron lo convirtieron en un hito
histórico de la canción catalana y demostraron su poder de convocatoria, pero había también un
deseo general de gritar a los cuatro vientos la adhesión al sentimiento catalanista.
El público, protagonista
De hecho, el enfervorizado público que llenaba el estadio azulgrana fue
la estrella principal de la fiesta, como reconoció el propio Lluís Llach, muy impresionado por la
respuesta popular: "La dinámica es de la gente y yo soy la excusa. El campo del Barça se ha llenado
porque la gente lo quería. Es la voluntad terca de las personas de este pueblo." Llach tenía
delante el gran reto de llenar el Camp Nou y lo cumplió con creces. Fue el recital más
multitudinario y espectacular de la carrera artística del músico y cantautor ampurdanés.
El habitual diálogo intimista que se acostumbraba a establecer en los conciertos de Llach
entre público y cantante se vio tremendamente magnificado por la excelencia de un escenario como el
Camp Nou. En una velada que destacó por la escasa asistencia de políticos, los espectadores se
convirtieron en las estrellas de la noche con su apoyo a unas ideas que se expresaban claramente
entre canción y canción con el grito de "¡Somos una nación!".
Un concierto memorable
La fiesta comenzó con toda puntualidad a las diez y media de la noche,
cuando veinte cañones de luz fueron iluminando el público, que ocupaba las gradas y el césped del
Camp Nou. Significativamente, la primera canción que interpretó Lluís Llach fue "Venim del nord,
venim del sud", un título muy similar a una de las frases del 'Cant del Barça'. El público entonaba
la canción al unísono con el artista, lo que se repitió a menudo en todo el repertorio, que incluyó
piezas como ‘Laura’, ‘Que tinguem sort’, ‘Tinc un clavell per a
tu’, ‘Núvol blanc’, ‘No abarateixis el somni’, ‘El jorn dels
miserables’ ‘Maremar’, ‘Vaixell de Grècia’, ‘I amb el somriure,
la revolta’, ‘Abril 74’, ‘Campanades a morts’, ‘Bressol de tots
els blaus’, ‘Amor particular’, ‘No és això, companys’, el primer
fragment de ‘Viatge a Ítaca’, ‘L’estaca’ y ‘El cant de
l’enyor’, esta última junto con Marina Rossell y Maria del Mar Bonet.
La fiesta se cerró con la interpretación de "Els Segadors" por parte de las más de 103.000
voces del público acompañadas por Llach y sus dieciocho músicos. Fue un momento que puso la piel de
gallina a todos. En un concierto como aquel, con los espectadores como auténticos protagonistas,
era lógico que ellos tuvieran la última palabra. Y como dijo Joan Granados, antiguo secretario
general del Barça (1973-78) y entonces director general de la Corporación Catalana de Radio y
Televisión: "Lo más destacable de este acto es el sentido unitario. No se ve ningún signo político
de ninguna tendencia determinada. Es Llach y Cataluña."
Este memorable concierto de Lluís Llach se registró en un doble álbum de quince temas llamado
'Camp del Barça. 6 de julio de 1985'. Cabe decir que el recital tuvo una gran incidencia en
Cataluña, ya que demostró que el catalanismo sociológico continuaba vivo.
Imagen del concierto de Lluís Llach en el Camp Nou, hace 25 años. Fotos: Archivo FCB
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Los recuerdos de Lluís Llach de aquella noche
En junio de 2006, en una entrevista concedida a la revista BARÇA, Llach recordaba aquel histórico
concierto de 1985 con estas palabras: "Un día me planté y dije: 'Haremos el campo del Barça.' Me
daba miedo y lo encontraba casi como un acto de pedantería. Finalmente, fue una acto de afirmación
en un entorno bestial". Y añadió: "De aquella noche aprendí que sólo el público decide cuando se
hace un evento. Y que, ciertamente, el campo del Barça tiene una fuerza telúrica, un magnetismo
indiscutible".