Xavi Rabaseda y Mikel Aguirrezabalaga han hecho realidad el sueño de todo niño: crecer, formarse y llegar a un primer equipo azulgrana. En baloncesto y balonmano, el producto 100% azulgrana ya es una realidad.
La Masia ha visto crecer a Rabaseda y Aguirrezabalaga hasta los primeros equipos blaugranas (Fotos: Archivo - FCB)
También en hockey patines
El nombre de Marc Julià ya empezará a sonar en breve. La próxima temporada el olotense tendrá ficha
con el equipo profesional del Barça Sorli Discau y vivirá en la nueva Masía. Hasta ahora, por un
tema de capacidad, lo hacía en la Blume. En La Masia también está Genís Cristià (como Marc Julià de
categoría juvenil). Gerard Vergés (Vilafranca) y Lluís Ferrer (Vendrell de la OK
Liga) también son jugadores de hockey con paso por este emblemático edificio.
Si en fútbol, en los últimos años, la fábrica azulgrana ha producido jugadores de la talla de
Andrés Iniesta, en las secciones ha costado un poco más. Básicamente porque ser jugador profesional
con el Barça es ser máximamente competitivo y también tener suerte, hay que decirlo.
Xavi Rabaseda, con el Barça Regal, y Mikel Aguirrezabalaga, con el Barça Intersport, son un
ejemplo a seguir por muchos niños que viven el barcelonismo desde pequeños en La Masia, y por los
que es más que un sueño llegar a un primer equipo .
Rabaseda hace todos los pasos
Formado en las categorías inferiores de la UE Ripoll, Xavi Rabaseda
llegó al FC Barcelona en categoría infantil, la primera del baloncesto formativo azulgrana.
Instalado en La Masia desde entonces, el alero aprovechó sus condiciones para el baloncesto, que lo
mantuvieron en un primer nivel tanto de cadete como junior. Rabaseda jugó en el Cornellá, en
condición de jugador vinculado del Barça tanto en la LEB-Oro como en la LEB-Plata. Si bien la
pasada temporada fue cedido, la secretaría técnica siguió de cerca la evolución y ésta no
decepcionó.
El futuro señala a JosepPérez como uno de los jugadores más prometedores. También con paso
por La Masia, el base azulgrana podría convertirse en breve en otro estandarte del barcelonismo.
Aguirrezabalaga, sólo un año
Mikel Aguirrezabalaga llegó al Barça con 16 años. Como menor de edad su
centro de residencia debía ser La Masía. El lateral había sido fichado del Zarautz-su primer y
único equipo hasta entonces-para jugar en el primer equipo de balonmano de la mano de Valero
Rivera.
Aunque sólo estuvo un año (con la mayoría de edad los chicos se van a pisos de alquiler),
Aguirrezabalaga interiorizó lo que significa el FC Barcelona. Desgraciadamente una grave lesión
impidió potenciar una gran proyección. El Barça lo cedió al Alcobendas y en el equipo madrileño
siguió creciendo en la Asobal. Posteriormente jugó durante cuatro temporadas en el Ademar. El FC
Barcelona, que siempre la ha tenido controlado, ha apostado por Mikel para reforzar el Barça
Intersport.