FCBARCELONA.CAT

24.04.2007 10:57

El Cairo revive la visita del Barça 46 años después

El partido amistoso de hoy del Barça en Egipto tiene un precedente. Ahora hace 46 años, el viernes 7 de abril de 1961, el Barça de Orizaola llenó a rebosar el Estadio de la Victoria (Estadio Nacional).

Aquel Barça, con figuras de talla mundial como Kubala, Kocsis o Evaristo, salió de Barcelona el miércoles día 5 y fue recibido en el aeropuerto de El Cairo por decenas de aficionados y una banda formada por 500 músicos.

Un caché de 23.000 dólares

La expectación que levantó el Barça en su primera visita a El Cairo fue espectacular. Hizo una estancia de tres días en Egipto y el propio presidente Nasser quiso recibir a la expedición azulgrana. Un total de 100.000 espectadores vieron en directo el duelo entre el Barça y el Nacional Sporting Club de Egipto (Al Ahly) y el club catalán ingresó unos 23.000 dólares por el partido disputado en El Cairo, según informaban los diarios de la época.

Era tanta la admiración hacia los azulgranas que el propio rival, el Al Ahly, pidió un vídeo con un seguimiento exhaustivo de los jugadores desde su llegada al estadio hasta que volvieran a salir, incluyendo instrucciones de los técnicos, masajes y recuperación posterior.

Un partido cómodo

El Barça, con un juego brillante y atractivo, se impuso con un contundente 6 a 1 al mejor equipo de la República Árabe Unida. A pesar de las bajas de algunos internacionales, que tenían compromisos con sus selecciones, la plantilla azulgrana dio lo mejor de sí misma y abandonó el terreno de juego tras hacer una obligada vuelta de honor. Villaverde marcó los dos primeros goles, Evaristo hizo el tercero, Vergés consiguió el cuarto con un fuerte disparo, y ya en la segunda parte, Garay y Kocsis cerraron la goleada del Barça. Taha Ismail fue el autor del único gol egipcio.

Kubala y Szabo, juntos de nuevo

K ubala fue la gran atracción del partido. El delantero azulgrana era en aquellos momentos uno de los mejores jugadores del mundo y su presencia en El Cairo revolucionó el día a día de la ciudad. Curiosamente, Kubala no marcó pero sí que pudo reencontrarse en Egipto con su entrenador de la infancia, el húngaro Szabo, que en aquel momento era el técnico del Al Ahly. Un reencuentro que Kubala vivió con emoción y nostalgia.