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03.02.2008 10:51

Un Osasuna abonado al sufrimiento

Jordi Clos

El conjunto que dirige ‘Cuco' Ziganda sigue sufriendo pese al poder ofensivo que posee. Su talón de Aquiles se encuentra a domicilio, donde sólo ha sumado siete puntos.

La historia reciente de Osasuna está marcada por el sufrimiento. Desde que ascendió en la temporada 2000/01 (después de seis años en segunda), sólo en 2006 logró finalizar el campeonato entre los diez primeros clasificados. La sensación de angustia se repite en el presente ejercicio: es decimoquinto a sólo un punto del precipicio del descenso. No parece, pues, que sea el mejor momento para visitar al Barça. De todos modos, es obvio que el conjunto que dirige José Ángel ‘Cuco' Ziganda tiene mucha más experiencia que sus rivales directos para soportar la presión de estar en la zona baja de la tabla. Y también tiene calidad.

Adioses importantes

A pesar de la mala clasificación, Osasuna tiene una plantilla larga y compensada. Detrás confía en la vieja guardia (los Ricardo, Cruchaga, Josetxo...), mientras que a partir del centro del campo están bien dotados de creatividad y gol. Los de Pamplona vieron en verano como se les iba buena parte de los referentes del equipo que llegó hasta las semifinales de la Copa de la UEFA. Roberto Soldado, Savo Milosevic, Raúl García, David López, Iñaki Muñoz y Valdo, entre otros, abandonaron la disciplina roja.

Fichajes sorprendentes

La apuesta fue arriesgada. Los sustitutos eran básicamente futbolistas jóvenes, algunos aún por explotar (Portillo, Javi García o Vela) y otros prácticamente desconocidos, como es el caso de Dady, el fichaje más caro de la historia y que ya suma seis goles. Además, cuenta con un ilustre: Walter Pandiani. La mayoría de las nuevas incorporaciones están ofreciendo un buen rendimiento en el Reyno de Navarra. Osasuna también ha movido ficha durante el mercado de invierno, en el que se ha hecho con los servicios del centrocampista del Alavés Astudillo y ha cedido al lateral izquierdo Erice al Málaga.

Mucho trabajo

Lo que se vio en la última jornada en el polémico partido en el campo del Sevilla es una buena muestra de las prestaciones que ofrece el equipo. La herencia de Javier Aguirre aún perdura: mucho rigor táctico, mucho fútbol directo y mucha lucha. Al Sánchez Pizjuán, la alineación presentaba variaciones obligadas, como hoy en el Camp Nou, pero los que jugaron hicieron una demostración de entrega que les estuvo a punto valer un empate. Y es que en Osasuna siempre ha primado el juego colectivo por encima de las individualidades. Indudablemente, juegue quién juegue contra el Barça se dejará la piel para mejorar la estadística a domicilio, donde ha perdido siete de los diez puntos que ha disputado y sólo ha marcado siete goles.