10.02.2008 16:03
Rijkaard sigue sumando
Sandra Sarmiento
Con un fútbol moderno y sin estridencias, el técnico holandés ha llegado a los 250 partidos con el primer equipo del FC Barcelona.
Rijkaard llegó al Barça el verano del 2003. Sin hacer ruido. Avalado por su trayectoria
futbolística pero sin un gran currículum como técnico. De hecho, su última experiencia no había
sido buena con el Sparta de Rotterdam. 5 años más tarde, Rijkaard se ha convertido en un técnico de
referencia en el fútbol europeo. Un entrenador moderno, que se mantiene siempre en un discreto
segundo plano y que se ha ganado la credibilidad sin pegar gritos. El holandés ha sumado 250
partidos en el banquillo del FC Barcelona.
Crecimiento espectacular
Pero los inicios fueron difíciles. Durante la temporada
2003-04, el Barça llegó a la jornada 18 de Liga con 24 puntos y duodécimo en la clasificación. Los
de Rijkaard perdían de forma clara y contundente en Santander. El técnico vivía una situación
delicada y el presidente lo confirmó en el cargo. La incorporación de Davids reactivó el equipo. Un
conjunto equilibrado, estructurado alrededor de Márquez, Cocu y Davids, y con un estilo de juego
definido que escaló posiciones hasta llegar a la segunda posición al final del campeonato. La
victoria por 2-3 en Riazor fue un claro ejemplo del fútbol espectacular que practicó el Barça en la
segunda vuelta de la Liga.
Coronado en París
Con un sistema definido, 4-3-3, y con las incorporaciones de Eto'o, Deco, Edmílson,
Belletti o Larsson, el Barça desde el 2004 juega bien al fútbol. Guiado por el técnico, los
azulgranas ganan de todas las maneras posibles. Un equipo organizado, equilibrado. Una palabra que
bien define a Rijkaard. El Barça defiende bien y ataca todavía mejor. Con un 0-4 en el Sánchez
Pizjuán, el Barça pone la directa hacia el primer título de Liga. Y la siguiente temporada completa
una racha de sueño con 14 victorias consecutivas en el campeonato doméstico y con Ronaldinho
coronado en el Bernabéu como el mejor futbolista del planeta. En París, los hombres de Rijkaard se
convierten en los herederos del ‘DreamTeam'.
2007, sin títulos
Irregular en juego y resultados, el Barça no logró plasmar su
superioridad. Añadido a las lesiones de hombres importantes como Eto'o y Messi, la temporada acabó
sin títulos. La imbatibilidad del Camp Nou no fue suficiente. Este año el Barça se mantiene vivo en
las tres competiciones y la filosofía de Rijkaard se mantiene intacta: “Trabajamos con
orgullo con el objetivo de ganar y jugar bien”. En Sevilla no se pudo conseguir la victoria
pero, con orgullo, el Barça arañó un valioso empate en un campo complicado. Y Rijkaard sumó 250.