21.02.2008 11:33
Ejemplo de deportividad en las gradas
Sergi Nogueras
Las aficiones del Celtic de Glasgow y del FC Barcelona dieron todo un ejemplo de deportividad y fair play antes, durante y después del partido de este miércoles.
Los octavos de final de la Liga de Campeones ofrecen las primeras eliminatorias, y, por lo tanto,
aparecen momentos de más tensión y emoción. Pero eso no supone que las aficiones de los diferentes
equipos no puedan demostrar que se puede vivir una rivalidad sana y recordar que, por encima de
todo, el fútbol es un deporte, cargado de pasión, pero un deporte. Los casi 60.000 aficionados del
Celtic y los 1.900 del Barça que, entre todos, llenaban Celtic Park, dieron toda una lección de
comportamiento.
Actos previos
En los momentos previos ya se podía ver aficionados de los dos equipos
mezclados en las inmediaciones del estadio. Ya dentro, y sólo 10 minutos antes de iniciarse el
partido, una 'speaker' leyó un texto de bienvenida al Barça en catalán en el que se recordaba la
buena sintonía que siempre ha existido entre las dos aficiones.
Al acabar el discurso, en la megafonía de Celtic Park ha sonado el 'Cant del Barça' escuchado
con respeto por la afición local y cantado con fuerza por la visitante. Justo después, el habitual
‘You'll never walk alone' ha hecho que las gradas del estadio se convirtiesen en toda una
alfombra llena de bufandas. Todo estaba listo para empezar una gran noche.
Un final de hermandad
El espectáculo del partido culminó con los dos equipos ya en los vestuarios. Los 1.900
aficionados del Barça esperaban poder salir mientras las gradas del Celtic Park se quedaban casi
vacías. Fue entonces cuando, de manera espontánea, los aficionados del Barça comenzaron a gritar
“Celtic, Celtic” y los aficionados escoceses les contestaron con un sincero
“Barça, Barça”. Además, el autobús del primer equipo fue despedido con aplausos y
reverencias de numerosos seguidores locales. Deportividad en su máxima expresión.