19.03.2008 13:52
El ‘Rey de Copas’ en Mestalla
Berta Brau
Hace diez años que el Barça se convirtió ante el Mallorca en Mestalla en el equipo que más Copas del Rey ha ganado con 24 títulos. El estadio valenciano es pues un escenario que trae buenos recuerdos a los azulgranas.
Mestalla es, aparte de un escenario exigente y complicado, un estadio que trae buenos recuerdos al
Barça, sobre todo en el contexto de la competición del KO. Y es que fue precisamente en casa del
Valencia que el FC Barcelona logró la temporada 97-98 su 24a Copa del Rey al proclamarse en
Mestalla ‘Rey de Copas'.
Una final agónica
El 29 de abril del 1998 Barça y Mallorca saltaron al campo del Valencia para disputar la
final de la Copa del Rey. El conjunto balear, a raíz de una gran jugada de Amato por la banda
izquierda con remate de Stankovic, marcó un gol temprano en el minuto 7 con el que inauguró el
marcador de Mestalla. Los hombres de Héctor Cúper fueron por delante en el marcador durante los 60
minutos siguientes hasta que Rivaldo empató el partido rematando un pase de Giovani desde el área
pequeña. Pese a la expulsión de dos jugadores del Mallorca, el tiempo reglamentario acabó con este
marcador de empate a uno, hecho que forzó la prórroga en Mestalla, en que, a pesar de la
superioridad numérica de los azulgranas, los de Van Gaal no consiguieron marcar.
Victoria en los penaltis
Era hora de jugárselo todo a cara o cruz en los penaltis. La emoción en Mestalla
estaba asegurada. Con Ruud Hesp i Roa bajo los palos, el guardameta holandés del Barça paró el
penalti decisivo del exazulgrana Eskurza, parada que después de 16 lanzamientos de penaltis daba la
victoria a los de Van Gaal. Aquel día en Mestalla el Barça pasaba a la historia por ser tricampeón
(ya que había ganado la Supercopa de Europa, la Liga y la Copa del Rey) y por coronarse como Rey de
Copas.
Regreso a Mestalla
Diez años después de aquella gesta, los azulgranas vuelven a Mestalla, en el mismo contexto
de Copa, y a pesar de que no se trata de la final real, el Barça se juega el pase a la final de la
competición del KO en el escenario en que se convirtió en el equipo más laureado de la competición
copera, título que aún no le han arrebatado.