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13.09.2007 16:46

Dos goles para el recuerdo

David Puig

El campo del Osasuna ha sido el escenario de dos de los mejores goles del Barça de los últimos años. Romario y Ronaldinho dejaron su huella en Pamplona, con dos goles que, por su gran belleza, forman parte de la historia azulgrana.

El 3 de octubre de 1993, el antiguo estadio del Sadar se quedaba boquiabierto ante uno de los goles más extraordinarios que nunca se habían visto en aquel escenario. Corría el minuto 38 del primer tiempo y Laudrup sirvió una asistencia marca de la casa a Rosario. El brasileño remató al fondo de la portería de Unanua, con una suave y colocada vaselina. Aquel gol dio la vuelta al mundo y fue considerado uno de los mejores de la temporada. El Barça ganó el partido por 2-3, demostrando que aquel equipo que había ganado tres Ligas y una Copa de Europa aún podía ofrecer mucho fútbol. De hecho, aquella misma temporada, el Dream Team sumaría su cuarta liga consecutiva y la última con Johan Cruyff en el banquillo azulgrana.

La magia de Ronaldinho

Diez años después, y en el mismo escenario, Ronaldinho marcaría uno de los goles más bonitos que ha protagonizado con la camiseta azulgrana. Era la jornada 23 de Liga y el Barça llegaba a Pamplona en plena remontada desde la zona media de la clasificación. La victoria era poco menos que obligada si el equipo de Rijkaard quería meterse en los puestos de Liga de Campeones.

Era el minuto 77 y el marcador reflejaba el resultado de empate a uno. Cuando peor lo estaba pasante el Barça, llegó la genialidad de Ronaldinho con una media vuelta dentro del área, aprovechando un disparo desviado de Davids. Aquel impresionante gol dejó tocado al Osasuna, que ya no tuvo capacidad de reacción. El Barça ganaba por 1-2 y se colocaba cuarto en la clasificación, confirmando el buen momento de juego que el llevaría en terminar la Liga en la segunda posición.