07.12.2007 12:24
Perfeccionamiento táctico
Sandra Sarmiento / Jordi Clos
Frank Rijkaard ha incidido en el trabajo sin balón en el penúltimo entrenamiento de la semana. La conservación de la distancia entre las líneas y la presión de los delanteros han sido los aspectos que ha priorizado.
La plantilla del Barça ha efectuado este viernes por la mañana el penúltimo entrenamiento de la
semana en el terreno de juego de La Masía. Un fuerte y frío viento ha acompañado a los jugadores en
una nueva sesión con mucho de trabajo físico. Las ausencias han sido Deco, que ha recibido el alta
médica pero tiene anginas, Touré Yaya, que sigue con una sinusitis que le provoca un estado
migrañoso y fiebre, y Henry y Oleguer, en tratamiento específico por sus respectivas molestias.
Las líneas juntas
El primer trabajo de la jornada matinal ha sido un ejercicio
táctico para conservar la distancia entre las líneas. Para llevarlo ha cabo, todos los futbolistas
se han colocado en sus posiciones habituales, por parejas, y han realizado movimientos sin esférico
como si estuviesen defendiendo a un contrario. A continuación, han formado un rondo gigante en el
centro del campo para trabajar la velocidad.
La presión de los delanteros
Otro aspecto que ha querido perfeccionar el cuerpo técnico ha
sido la presión defensiva. Los jugadores se han dividido en dos grupos y han disputado un partido
en el que se priorizaba el balance defensivo del equipo, que empezaba en los atacantes. En este
punto, se ha podido ver a un Frank Rijkaard muy exigente; continuamente paraba el juego y daba
instrucciones a sus hombres.
Los jugadores se han dividido en dos equipos. Con peto amarillo formaban Valdés, Zambrotta,
Puyol, Thuram, Abidal, Márquez, Xavi, Iniesta, Messi, Ronaldinho y Eto'o. Delante tenían Jorquera,
Roca (preparador físico), Edmílson, Milito, Sylvinho, Gudjohnsen, Eusebio (ayudante técnico),
Giovani, Ezquerro y Bojan. El partidito ha durado unos 30 minutos y ha tenido como protagonistas
destacados a Ronaldinho y a Eto'o, que, a pesar de haberse de esforzar para impedir la salida de
balón del equipo contrario, han vuelto a demostrar que forman una sociedad letal.