02.02.2009 16:31
Messi, revulsivo desde el banquillo
Berta Brau
Seis suplencias y seis goles. Éste es el cómputo que presenta Leo Messi, jugador determinante en todo momento y un revulsivo asegurado cuando juega de suplente. El último ejemplo, en El Sardinero, donde además logró el gol 5.000 del Barça en Liga.
Contrariamente a lo que sucede en otros casos, a Messi la suplencia no le hace menguar, sino todo
lo contrario. Y es que el delantero argentino ha actuado de revulsivo en todas sus suplencias, una
actuación que se resume en seis goles a lo largo de las seis veces que ha salido al campo como
suplente. Estas seis dianas, sin embargo, han sido repartidas en cuatro partidos, dos de Liga y dos
de Champions.
Dos goles clave en El Sardinero
El ejemplo más reciente lo encontramos en el partido de la 21a jornada
de Liga en el El Sardinero (
1-2
). Messi saltó en el césped en el minuto 59 sustituyendo Sergio Busquets. Su entrada fue
letal, ya que en el momento del cambio el Barça perdía (1-0) y diez minutos más tarde la situación
ya había cambiado.
El argentino había marcado el gol del empate a uno. En el minuto 80, el mismo Messi marcaba
el gol de la victoria y daba a la vuelta a la situación inicial. El Barça pasaba de perder por la
mínima a ganar también por la mínima. Además, entraba en la historia logrando el
gol 5.000
del Barça en la Liga. El balón de la efeméride, que está dedicada por el jugador, ya se
encuentra en el Museo del club.
El Racing, víctima asidua
El Racing sabe muy bien la importancia que tiene que Messi juegue o no. En el partido de ida
en el Camp Nou, la entrada de Messi en el campo en el minuto 58, cambio que se hizo por Keita,
también fue determinante. Y es que el argentino abrió el marcador con un gol de penal convertido en
el minuto 71, sólo 13 minutos después de haber saltado al campo.
En Europa, la cosa no cambia
En la Liga de Campeones la cosa no cambia demasiado, ya que
el delantero de Rosario volvió a reactivar el juego barcelonista. Ante los ucranianos Messi entró
en el lugar de Henry en el minuto 59. Entonces el Barça perdía por 1-0 después de haber encajado
una diana de Ilsinho. El ‘10' azulgrana revolucionó el ataque azulgrana, una revolución que
derivó en dos dianas convertidas por Lionel Messi, que, una vez más, dio la vuelta al marcador y a
la situación, y eso permitió que el Barça sumase 3 puntos más.
Goleador suplente contra el Basilea
Con el Basilea no fue diferente. Guardiola quiso que Messi descansase y le dejó en el
banquillo de inicio. Viendo, sin embargo, que el marcador se mantenía a cero superados los 50
minutos de juego, el técnico barcelonista decidió utilizar el as que tenía a la manga e hizo saltar
a Messi al terreno de juego. Decisión acertada, ya que una vez más el argentino no decepcionó.
Cuando sólo llevaba tres minutos en el campo, el argentino conseguía batir al portero Constanzo
haciendo subir el 1 a 0 al marcador.