El Camp Nou fue el escenario de un encuentro de excepción entre tres goleadores milenarios. Quini, Amor y Messi compartieron impresiones por recordar el gol 3.000, 4.000 y 5.000, tres dianas que llevan sus firmas.
La presencia de Quini como delegado del Sporting propició la situación perfecta para que tuviese
lugar un encuentro de excepción entre los tres últimos goleadores milenarios como son el mismo
Quini, Guillermo Amor i Messi. Tres generaciones de barcelonistas que han hecho historia en el club
azulgrana.
La situación idónea
En un acto promovido por Barça TV y www.fcbarcelona.cat, se dieron las circunstancias idóneas
para el encuentro de la tripleta milenaria. Y es que la casualidad, la suerte o el destino
quisieron que Messi marcase el gol 5.000 justo el partido antes de que el Sporting visitase el Camp
Nou. Una visita que llegaba diez años después del último choque entre los dos equipos, debido a la
larga etapa de los asturianos en segunda división.
Tres goleadores históricos
Los pasadizos del Camp Nou fueron testigo de una imagen histórica. Los tres
protagonistas compartieron, poco después de la victoria del Barça (3-1) unos minutos en los que
pudieron conversar y recordar las diferentes circunstancias en las que cada uno convirtió su
respectivo gol milenario.
Tres generaciones de futbolistas
A pesar de tratarse de tres personas de generaciones diferentes -ya que Quini tiene 59 años,
Amor tiene 41 y Messi 21-, los tres goleadores mantuvieron una conversación muy amena. Y es que
pese a la diferencia de edad se trata de tres generaciones con una pasión y una historia en común:
el fútbol y los goles en azulgrana.
Un gol en común
El de Messi es el único gol que han podido compartir los tres protagonistas, ya que cuando
Quini convirtió la diana 3.000 Messi aún no había nacido y Amor, con sólo 14 años, estaba en plena
formación y poco se podía pensar que 14 años más tarde repetiría la gesta conseguida por Quini el
año 1982. Por otra parte, cuando Amor convirtió el 4.000 en el año 1996, Messi aún no soñaba en
convertirse en jugador del primer equipo del Barça ya que entonces aún vivía en Argentina.
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Cálida recibimiento a Quini
Todo empezó en el túnel de vestuarios donde, antes de saltar al terreno de juego, Xavi y Carles
Puyol fueron los primeros en saludar cariñosamente a Quini.
Las muestras de afecto continuaron en el césped del Camp Nou, donde Guardiola no quiso perder
la oportunidad de saludar al asturiano poco antes de que el estadio se sumase, de manera unánime, a
este sentido reconocimiento. Todo acabó con un emocionado Quini rodeado de flashes y cámaras de
vídeo saludando, agradecido, a la afición barcelonista.