13.04.2009 10:24
Próxima parada: el Allianz Arena
Berta Brau
El estadio del Bayern de Múnich es uno de los grandes escenarios europeos que, en poco más de tres años, se ha convertido en un fortín para el conjunto bávaro. Arquitectura, luces, color y ambiente hacen del Allianz un escenario de gala.
Situado en el barrio de Fröttmaning, al norte de Múnich, el Allianz Arena es una joya
arquitectónica y, para algunos, uno de los estadios más bonitos del mundo. La construcción de este
estadio, popularmente llamado barco inflable, debido a su forma, comenzó en octubre del 2002
necesitándose casi tres años para terminarlo. El Bayern el inauguró lo 31 de mayo del 2005 en un
partido ante la selección alemana.
Un estadio, tres nombres
El estadio cogió el nombre de Allianz Arena, ya que la firma de seguros alemana Allianz fue
el principal socio de la sociedad que lo construyó. Este no es, sin embargo, el único nombre por el
que se conoce a este campo de fútbol, sino que en competiciones organizadas y reguladas por la FIFA
y la UEFA éste cambia. Así, durante el Mundial de Alemania 2006, pasó a llamarse Estadio de la Copa
Mundial de la FIFA de Múnich, mientras que en Champions y UEFA, pasa a llamarse München Arena. Y es
que ninguno de los dos organismos permite publicidad en los nombres de los estadios.
Luz y color
El diseño de la obra corrió a cargo de la firma Herzog & de Meuron,
quién quiso crear un diseño que permitiese distinguir a kilómetros de distancia quién defendía la
portería local. La clave para lograrlo fue utilizar la luz y los colores. Y es que la fachada
exterior, cubierta con más de 2.700 placas romboidales iluminables, se tiñe de rojo si juega el
Bayern, de azul si lo hace el TSV 1860 Múnich y de blanco, en el caso que la selección alemana
visite el estadio.
Ambiente y acústica
Si el diseño externo impresiona a primera vista, el interior tampoco deja indiferente a quien
se adentra. El estadio cuenta con una capacidad para 70.000 espectadores, los asientos de los que
están completamente cubiertos. El Allianz Arena se llena para cada partido creando, gracias a una
gran acústica, un ambiente cálido para los locales e intimidatorio para los visitantes.