
30.04.2009 10:29
Jesús Carrillo
El 7 de mayo del 1994, el Barça ganaba por 0-1 en el Bernabéu en la 37a jornada de la Liga. El gol azulgrana, que permitía seguir soñando en un título que llegaría la semana siguiente, fue obra de Guillermo Amor.
En el minuto 77, Stòitxkov controló el balón por la banda
izquierda del ataque azulgrana. Su entrada dentro el área la remató, con dificultades, Amor al
fondo de la portería de Buyo. Amor recuerda: “Fue un partido en que no dispusimos de muchas
ocasiones. Te diría que el Madrid tuvo muchas más, pero no las aprovechó y nos perdonó”. Y
añade: “Cuando vi el pase de Hristo, no pensé en nada concreto, sólo en una cosa: chutar con
el interior del pie para asegurar la ocasión de gol. Y salió bien”.
Siete días después el Barça acabaría ganando la cuarta Liga
consecutiva, la del penalti fallado por Djukic. Para el excentrocampista, la clave de todo fue
“la extraordinaria constancia que mantuvimos en la Liga y la presión que sintió el Dépor en
las diez últimas jornadas. Ya estábamos acostumbrados, porque los dos años anteriores hicimos lo
mismo con el Madrid en las famosas Ligas de Tenerife”.
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