12.05.2009 16:27
Hesp: Recuerdos del último héroe de Copa
Txemi Terés
El 29 de abril del 1998 Ruud Hesp entró a la historia del barcelonismo después de pararle a Eskurza el lanzamiento decisivo en la tanda de penaltis.
Aquella parada significó algo más que un título, ya que supuso que el Barça consiguiese el
doblete –Liga y Copa del Rey– después de 39 años.
A pesar del triunfo final, Hesp recuerda que en aquel partido sufrieron bastante ante el
Mallorca, un equipo sobre el papel inferior pero que consiguió llevar al Barça hasta el límite,
hasta la épica de los penaltis, gracias a la gran actuación de su homólogo en la portería rival
Carlos Roa, tal vez el mejor jugador de aquel partido.
Después de tantos años, ¿cuál es el primer recuerdo que se le antoja cuando piensa en
aquella final?
“Pues el primero que me viene a la cabeza es la imagen de mis compañeros corriendo
hacia mí desde el centro del campo, después de haber parado aquel penalti a Eskurza. Recuerdo
muchos abrazos, muchos gritos y, a partir de aquí, me parece que perdí un poco la noción de
todo.”
Y después del penalti, ¿qué más recuerda?
“Pues tengo algunas imágenes grabadas. Después de la alegría inicial, recuerdo como
hicimos la vuelta de honor al estadio y aún veo los rostros llenos de lágrimas de muchos seguidores
del Barça, sobre todo gente de la tercera edad, para los cuales aquella victoria significaba mucho.
En aquel momento fui consciente de lo que habíamos hecho.”
Aparte de los aficionados, ¿pensó en alguien en concreto?
“Sí, de repente pensé en mis padres. Después de ver a toda aquella gente mayor
llorando, recordé que mis padres también estaban. Y que esta victoria también era gracias a ellos,
que tanto me habían ayudado para llegar a ser futbolista. Los busqué por la grada y pude
agradecerles todo cuanto habían hecho por mí. Era la culminación de todo. Conseguir un gran título
en un club como el Barça. Fue uno de los momentos más emocionantes.”
¿Esta emoción final fue la consecuencia de un partido en que se sufrió mucho?
“Por supuesto. Fue un
partido con mucha tensión. Ellos se avanzaron en el marcador y todo se complicó. Nosotros éramos
los favoritos pero el Mallorca de aquella época tenía un equipo muy competitivo, muy complicado de
batir. Y lo demostraron. Defensivamente estuvieron muy bien.”
¿Destacaría algún jugador del Mallorca?
“Nosotros tuvimos fe como equipo, pero si algún jugador brilló en aquel partido fue
Roa. Recuerdo que lo paró casi todo. Siempre lo había considerado un gran portero, pero aquel día
tuvo una actuación estelar. Yo quizás fui el héroe pero él, sin duda, fue lo mejor de aquella
final. Incluso en los lanzamientos de penaltis; me parece que paró tres, un más que yo. ¿Increíble,
no? Pero el título nos lo llevamos nosotros. El fútbol tiene estas cosas.”
¿Eso demuestra, una vez más, que en una final no hay favorito?
“Efectivamente. Por muy superior que seas sobre el papel, si no sales al campo desde el
primer minuto con la tensión necesaria puedes pasarlo muy mal. Tienes que estar, como mínimo, tan
despierto como el rival y sólo así es cuando la calidad individual y el grupo puede acabar
decidiendo.”
¿Es una lección para esta final?
“Yo creo que el Barça es el claro favorito. Pero una vez más, lo tiene que demostrar.
Si sale concentrado desde el primer momento, no sufrirá demasiado. Pero si dejas que el Athletic se
lo crea, la cosa se puede torcer. De todas maneras, después de los últimos resultados veo al equipo
con todos los recursos del mundo para poder acabar proclamándose campeón.”