28.05.2009 12:59
Barça eterno en Roma
David Saura (enviat especial)
La ciudad eterna es el escenario de la confirmación de un Barça inolvidable. La victoria contra el Manchester United lleva al club la tercera Copa de Europa y el triplete. El 3 ya es un número mágico. Barça, Barça y Barça.
Como hubo un Barça de las Cinco Copas o un Dream Team, el club ya tiene a su Barça del triplete. La
proeza de Josep Guardiola, en su primera temporada como entrenador del Barça, ha llegado al punto
culminante con la consecución de la Liga de Campeones contra el equipo que todo el mundo
consideraba como el mejor del mundo. Ahora, el Manchester United, que aspiraba a repetir título en
la Champions, ya tiene sustituto.
El primer triplete del siglo XXI
Hasta ahora, el Celtic (1967), Ajax (1972), PSV Eindhoven (1988) y el
Manchester United (1999) eran los únicos que podían presumir del máximo triplete (Liga, Copa y Copa
de Europa). Ahora, el Barça se añade a este grupo selecto de equipos por la puerta grande, en pleno
siglo XXI, en el que la competitividad es aún más feroz. El 27 de mayo ya no será un día cualquiera
para los culés: después del 29 de noviembre, esta nueva fecha representará la fiesta azulgrana por
antonomasia.
Amor al fútbol
Y el Barça ha llegado hasta aquí con una declaración de amor
hacia el balón, el fútbol en estado puro. Con un estilo irrenunciable e indiscutible, toda Europa
conoce el ‘sello Barça', la evolución lógica y mejorada del Dream Team de Johan Curyff.
En esta declaración de intenciones, la cantera ha tenido un papel fundamental. El Barça es un
Barça de casa, con 7 jugadores del fútbol base en el equipo titular de una final europea. La
envidia de cualquier institución que quiera estar arraigada a sus esencias, como lo está ahora el
FC Barcelona, en una combinación justa de talento de casa y cracks foráneos.
Admirado Guardiola
Guardiola lo niega y lo negará, pero su llegada al banquillo
es una de las claves para entender que este equipo haya cambiado totalmente de fisonomía, en poco
más de un año. Su capacidad de liderazgo, de motivar a los jugadores, de hacerlos creer en sus
posibilidades, combinado con una extraordinaria capacidad de trabajo (también en equipo) y de
análisis de los aspectos tácticos del fútbol son valores que, con el aval impecable de los
resultados, ya le han servido para hacerse un lugar en la historia del banquillo del Barça. Y del
fútbol.
Estas virtudes eran las mismas que ya mostraba hace ahora un año (lo había demostrado con el
entonces Barça B) y que le hicieron merecedor de ser escogido para el reto del Barça. Y pese a que
la decisión no era fácil, el tiempo ha demostrado que fue acertada. Y el barcelonismo lo disfruta,
¡Y de qué manera!