09.10.2008 10:55
Un año excepcional bajo palos
Berta Brau
El hecho de tener tres porteros en el primer equipo es un hecho casi excepcional en la historia reciente del FC Barcelona. Un caso como el de esta temporada lo encontramos en los cursos 1981/82 y 1997/98.
El primer equipo del Barça cuenta esta temporada con tres porteros en la plantilla, un hecho muy
poco habitual, por no decir excepcional, en la historia del Barça. El fichaje de Pinto tras seis
meses de cesión al conjunto barcelonista, causada por la larga baja de Jorquera, ha generado una
situación a la cual el Barça no estaba acostumbrado. Y es que, hasta ahora, lo más habitual era
contar con dos porteros de la primera plantilla y uno del filial que podía subir al primer equipo
cuando las circunstancias lo requirieran.
Dos precedentes con tres porteros
En los últimos treinta años, el Barça sólo ha contado con tres porteros
oficiales en el primer equipo en dos temporadas. El primer precedente es de la temporada 1981/82,
en la que Lorenzo Amador, Pedro María Artola y Francisco Javier González Urruticoechea,
futbolísticamente conocido como ‘Urruti’, eran los responsables de defender la portería
azulgrana. Artola jugó 31 partidos de Liga, 5 de Recopa y 2 de Copa del Rey. Urruti, por su parte,
disputó 4 partidos de Liga y 3 de Recopa, mientras que Amador no jugó ningún partido oficial aunque
participó en 7 amistosos.
El segundo lo encontramos en la temporada 1997/98, en la cual Louis van Gaal tuvo a
Vítor Baía, Ruud Hesp y Carles Busquets bajo sus órdenes. Hesp jugó la mayoría de los partidos, con
36 en la competición de la regularidad y todos los partidos de Liga de Campeones excepto uno.
Dos porteros y uno del filial
El caso que sí se ha dado recientemente y es más frecuente es el siguiente: tener dos
porteros oficiales y contar de forma habitual con el portero del filial hasta el punto que éste se
acabe convirtiendo en portero titular. Este fue el caso de Víctor Valdés.
Valdés, de tercer portero a titular
Llamado por Van Gaal cuando estaba en el Barça B, Valdés empezó a trabajar y a participar de
forma regular con el primer equipo, un conjunto que entonces contaba con los porteros Roberto
Bonano y Robert Enke. El buen trabajo realizado por Valdés hizo que Van Gaal acabara contando con
él de forma habitual hasta ser, a finales de temporada, el primer portero del FC Barcelona. Valdés
empezó como portero hasta la séptima jornada de Liga. Bonano se hizo con la titularidad hasta la
jornada 31 cuando, de nuevo, Valdés recobraba la confianza de Van Gaal hasta final de temporada.
Con respecto a Robert Enke, el alemán disputó un partido de Liga, dos de Champions y uno de Copa
del Rey.