19.05.2010 11:14
1970: La última final de Copa en el Camp Nou
Manel Tomàs
Hace casi 40 años de la última vez que el Camp Nou fue el escenario de una final de al Copa de España, entonces llamada 'Copa del Generalísimo'. El Real Madrid se llevó el título al vencer al Valencia por 3-1.
Hacía muy poco, el 6 de junio de 1970, había estallado el llamado 'caso Guruceta', cuando el Barça
y el Real Madrid disputaban en el
Camp Nou
el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de España, después de que en la ida el
equipo madridista hubiera ganado por 2-0. Ese día, con 1-0 para el Barça en el marcador, el árbitro
Emilio Guruceta Muro pitó un penalti favorable al Real Madrid por una falta cometida unos tres
metros fuera del área. El encuentro terminó con la eliminación del Barça, la invasión del terreno
de juego por parte de algunos aficionados y la brutal intervención de la policía. Todo ello fue un
grave escándalo que se recordó durante mucho tiempo.
Final en el Camp Nou por imperativo legal
En estas circunstancias tan tensas el régimen franquista marcó con rojo
la fecha del 28 de junio, día de la final de Copa del Generalísimo, que se tenía que disputar en el
mismo Camp Nou entre el Real Madrid y el Valencia. La elección del estadio barcelonista no se hizo
por proximidad geográfica con los dos finalistas, ya que en aquella época de dictadura todas las
finales de Copa se solían jugar en el Santiago Bernabéu fueran cuales fueran los rivales. La razón
era el imperativo legal: desde el 18 de junio Francisco Franco se encontraba en Barcelona en visita
oficial y la agenda del dictador era la que mandaba.
Medidas excepcionales de seguridad
El ambiente general que se respiraba en Barcelona no era precisamente nada favorable al
régimen franquista. Además, había que añadir las tensiones que había generado el caso Guruceta.
Llegados a este punto, las autoridades dictatoriales hicieron todo lo posible para que no surgiera
ninguna voz discordante contra la figura de Franco. Se puso en marcha un meticuloso dispositivo
para controlar el acceso del público en el Camp Nou, que incluía el reparto masivo de entradas
entre sectores de incondicionales al régimen. Aparte de eso, las entradas que se pusieron a la
venta en las taquillas fueron muy limitadas y controladas. Aquellos días los planos del Camp Nou
circulaban con profusión en las instituciones civiles y militares de la dictadura y el 28 de junio
muchos policías camuflados y pequeños grupos de franquistas acérrimos se mezclaron entre los
aficionados en las gradas del estadio para controlar cualquier eventual alboroto.
Tracas y petardos
Con este férreo control, las únicas voces que se salieron del guión oficial surgieron de la
afición valencianista, aunque no rebasaron el ámbito deportivo, como es el caso de alguna pancarta
que bautizaba al Real Madrid como el "Real Penalty". También se oyeron algunos gritos aislados de
"¡Guruceta! ¡Guruceta!". Pero en general el ambiente fue bastante festivo, con unos 70.000
espectadores. La afición del Valencia se mostró especialmente ruidosa, con lanzamientos de petardos
y tracas que alteraron los nervios de más de un miembro de los cuerpos de seguridad.
Victoria blanca
Las cosas cambiaron durante el transcurso del partido, ya que la
superioridad del Real Madrid (que iba de blanco) fue manifiesta y enfrió los ánimos de los
seguidores valencianistas. Pirri adelantó al equipo madridista en el minuto 33 de penalti, y Jara
consiguió la igualada también de pena máxima cuatro minutos después. En la segunda parte el Real
Madrid decidió la final con dos goles más, obra de Planelles (min 59) y Fleitas (min 64). Cuando el
árbitro Ortiz de Mendibil pitó el final del partido con el 3-1 favorable al equipo madridista, la
afición blanca invadió el terreno de juego y estalló de alegría cuando Francisco Franco entregó la
Copa al capitán madridista Gento.