28.06.2010 19:08
Txiki: "Es el momento de dejarlo"
Sandra Sarmiento
El secretario técnico del Barça acaba su etapa en el club después de siete años. "Era el último año de Joan Laporta y tenía que terminar mi trabajo con él", ha asegurado. Txiki dice que "sería difícil encontrar complicidad con el nuevo presidente".
7 años. 12 títulos. Una plantilla ganadora. Un modelo deportivo de éxito. Es el legado que deja
Txiki Begiristain como secretario técnico del Barça. Anuncia que deja el cargo el 30 de junio y
hace balance de estos 7 años en el club con Barça TV y www.fcbarcelona.cat.
¿Su aventura acaba?
"Dependía del nuevo presidente y también dependía de uno mismo. Finalmente acabo mi
etapa en el Barça. Es un buen momento para hacerlo. Termina el presidente Laporta. Él es la persona
que más ha confiado en mí y que más apoyo me ha dado y creo que es el momento de dejarlo. Necesito
un descanso. Un descanso de lo que supone el Barça y su entorno y empezar una nueva vida".
¿Cuando tomó la decisión?
"Quería terminar bien. Quería terminar en un buen momento, en que el Barça funcionara bien.
El año pasado hubo un momento en que me lo planteé, pero también entendía que era el último año de
Laporta y que debía acabar con él. Necesito mucha complicidad del presidente que sea, necesito una
confianza y con él la he tenido al máximo nivel. Y esta complicidad la veo muy difícil de encontrar
ahora. Es un buen momento para que el nuevo presidente encuentre esa confianza en una nueva persona
y que sea capaz de construir algo similar a la que hemos construido el presidente Laporta y yo".
Y habiendo tomado la decisión, ¿cómo se siente?
"Muy tranquilo, muy relajado. De hecho, este puente de San Juan, he
estado con unos amigos y me lo he pasado francamente bien. Pendiente un poco del teléfono porque sé
que hay personas que continúan en el club y que todavía me necesitan, pero ahora ya pasará todo a
los nuevos gestores del club".
¿Ha hablado con el nuevo presidente?
"No. Tampoco me ha llamado y tampoco espero la llamada. Hemos estado dos años
juntos, conviviendo día a día. Y ahora, después de un silencio de cinco años, tampoco entendía
porque tenía que haber una llamada. Si hago un poco de memoria, los dos primeros años los hago con
Sandro, trabajando muy juntitos. Después él se va. Eliminan la figura del vicepresidente, toma
fuerza la figura del vicepresidente económico, después con Marc Ingla. Ellos también se fueron,
pero sí que mantengo el contacto. Y ahora con Rafa Yuste, estoy convencido de que mantendré una
buena relación. Con el nuevo presidente he tenido un silencio de 5 años. Entonces puedo entender
que no tenga nada que decirme".
Hasta el miércoles todavía hay tiempo.
"Yo lo que quiero es que nombren a un nuevo secretario técnico. Y estaré a su
disposición para intentar ayudarle en la nueva etapa, que siempre es difícil. La exigencia del
cargo, de los resultados. Es un trabajo atractivo, pero es complicado a la vez. Me quedo a su
disposición. El club, los socios, necesitamos saber quién es el responsable del área de fútbol".
Durante la campaña electoral se habló y mucho del secretario técnico. ¿Estaba de acuerdo
con todo lo que se dijo?
"Respeté mi estatus de empleado del club. No podía contestar cada vez que se hablaba de mí.
Además, esto es la campaña electoral. Y una cosa es la campaña y otra la realidad. Y ahora empieza
la realidad y le deseo al nuevo presidente mucha suerte. Le felicito por cómo lo ha conseguido. Ha
ganado de forma abrumadora".
Acababa su contrato el 30 de junio. ¿Joan Laporta quiso renovarle?
"Sí. Siempre. Me ha querido renovar siempre. De hecho yo acababa contrato el año
pasado, el 30 de junio de 2009. Asumí la responsabilidad después de dos años difíciles, en ese
momento me dio mucho apoyo. Siempre me ha apoyado y ha pedido mi consejo. Y sobre todo, lo ha
respetado. Y en ese momento tan complicado, en 2008, lo hizo. Era muy fácil cortar la cabeza de
Frank y después cortar la mía en un momento de moción de censura. Y apuntar directamente a lo que
era también el culpable del fútbol. Pero no lo hizo. Me escuchó. Y en ese momento me quedaba un año
de contrato y le dije que si ese proyecto no funcionaba, yo me iba. Y esperé hasta el final. La
verdad es que salió muy bien, porque ganamos el triplete y desde diciembre del 2008 que me quería
renovar. Pero esperé hasta que se consolidara el proyecto, que se confirmara que era un proyecto
ganador. Y renové por un año. Él quería más años, siempre ha querido más años, pero quería tener la
libertad que tengo hoy para decidir mi futuro”.
¿De qué fichaje se siente más orgulloso?
"Si no te importa, hablaré de otro hecho. Uno de los días más felices
de mi vida, fue cuando Víctor Valdés renovó. Han sido siempre negociaciones complicadas. Él sabe
que es muy importante para el equipo y para nosotros tenía mucho valor. En algún momento pensé que
estaba fuera. Y cuando las negociaciones estaban rotas, nosotros hicimos un esfuerzo pero él
también hizo un esfuerzo muy importante. Cuando llegamos a un acuerdo, fue uno de los mejores días.
Tenemos un porterazo. Puede ser el mejor de la historia".
¿Cuál es el jugador que por rendimiento cree que se equivocaron?
"Te diré dos jugadores de dos épocas diferentes. Uno era Zambrotta. Ante la posibilidad de
ficharlo, yo me emocionaba. Para mí era el mejor lateral del mundo. Era una máquina. Y en cambio,
las dificultades de adaptación al sistema que tuvo fueron muy grandes. Incluso la sensación de que
se ponía nervioso ante la presión del Camp Nou. Fue un golpe terrible para mí porque tenía puestas
muchas esperanzas. Y el otro sería Hleb. Un jugador que nos recordaba mucho a Michael Laudrup. De
nuestro estilo. Y tanto Pep como yo estábamos muy emocionados. Y luego las circunstancias nos han
demostrado lo contrario. Continúa en el club, pero de momento no tiene lugar en el Barça. Y no me
justifico pero te demuestra que todo es muy complicado. Pensaba que estos dos futbolistas
funcionarían y no fue así".
¿Y en el caso de Henrique y Keirrison?
"Siempre se nos ha recriminado que no hacíamos política de cesiones. Pagar 40 o 50
millones de euros cuando puedes hacer operaciones de 6 o de 10. Es decir, comprar para ceder. Como
otros clubes hacen. Que se vayan adaptando al fútbol europeo y después los tienes por un precio
mucho más económico. En este caso en el Palmeiras destacaba Henrique, que debutó con la selección y
que costaba 8 millones de euros. Se fue al Bayer Leverkusen. Ellos nos pidieron que se quedara un
año más. Esta temporada ha jugado en el Racing. Yo creo que habrá que ver cuál es su futuro.
Y por otro lado, pagamos 14 millones de euros por un chico que en 3 años como profesional
marcó 90 goles en 120 partidos. Es fácil hablar mientras no funcionan. Lo que no se puede poner en
duda es nuestra honestidad. Eso sí que me ha molestado mucho. Hemos luchado mucho para demostrar
siempre nuestra honestidad. Hemos sido honrados. Hemos luchado mucho para que ahora aparezcan voces
del pasado que han estado dentro del club y que suelten esta historia. Estoy muy tranquilo porque
todos los que han hablado de este caso han hablado con Traffic y no lo han hecho ahora. Lo han
hecho mucho antes. Ya llamaron hace un año, han intentado ver cosas y no han encontrado nada. Y no
encontrarán nada. Hemos luchado para ser honestos y lo hemos conseguido. Siempre he sido muy
honesto con el club".
¿Quien tomó la decisión de estos fichajes?
"Yo. Entendíamos que había que fichar a un jugador de 17 años, que o bien iba al
Barça Atlètic, o lo queríamos ceder a un equipo importante en Europa o de la Liga española. Y
entiendo que esta no es una decisión que deba tomar el entrenador. Para eso está la secretaría
técnica. Porque nunca sabemos lo que pasará con el entrenador. Y nosotros tenemos que hacer cosas
que sean buenas para el club. Es verdad que la experiencia te enseña que, en el Barça, tienes que
gastar el dinero con jugadores que verás al día siguiente en el Camp Nou. Y en todos estos ha
participado Pep y en su momento el Frank ".
¿Estas dos operaciones han sido buenas para el club?
"El tiempo lo dirá. Con Henrique le doy un margen. Con Keirrison estoy un poco decepcionado.
Porque ví la emoción del Benfica en coger un avión privado para llevárselo, aunque después no lo
demostraron a la hora de apostar por él. Y luego fue cedido a la Fiorentina. Pero son clubes que ya
apostaron por él como nosotros. Y mantienen los buenos informes y todavía los quieren. Pero que no
haya jugado en ninguno de los dos equipos me hace reflexionar. Creíamos que era una inversión de 14
millones por un jugador que después su valor podía ser de 80 o 90 millones de euros".