26.09.2009 11:33
Jesús Carrillo
El rival azulgrana de esta tarde, el Málaga CF, ha ganado únicamente el primero de los cuatro partidos en la Liga. Los de Juan Ramón López Muñiz, con tres puntos, ocupan la parte baja de la clasificación en Primera.
La trayectoria andaluza comenzó bastante bien el día del retorno de Muñiz al banquillo de La
Rosaleda. Ante el Atlético de Madrid, y como locales, los blanquiazules ganaron con solvencia a los
colchoneros por un claro 3-0. Las previsiones después de este magnífico resultado eran optimistas
para mejorar el trabajo hecho por Antonio Tapia la pasada temporada.
Tres derrotas consecutivas
El Málaga, desde la primera victoria ante los jugadores de Abel Resino, no han vuelto a ganar
un encuentro de Liga. La segunda jornada los llevaba hasta el estadio de Riazor. Los de Lotina se
imponían por la mínima al Málaga con un gran gol de Filipe Luis. Baha dispuso de claras ocasiones
de gol que el Málaga no pudo aprovechar.
La siguiente fue en La Rosaleda. Contra todo pronóstico el Racing de Santander, el último
equipo de Muñiz, se llevó los tres puntos de Málaga gracias a un gol de estrategia en el tramo
final del partido.
Finalmente, y en la cuarta jornada, el Málaga visitaba el estadio de Cornellà-El
Prat para jugar ante el Espanyol. A pesar de ponerse por delante en el marcador, los de Pochettino,
como hizo también el Racing la jornada anterior, remontó para acabar ganando por 2-1.
Muchas novedades
Además del cambio de entrenador, el Málaga ha hecho un buen puñado de incorporaciones para
afrontar con garantías esta temporada. Dos jugadores han llegado desde el FC Barcelona, Xavi Torres
y el juvenil David González. La marcha del portero Goitia ha provocado el fichaje de Munúa,
procedente del Deportivo. El brasileño Edinho ocupa el lugar que ha dejado Eliseu, mientras que
Albert Luque y Duda, jugadores que el año pasado estaban cedidos al Málaga, ya son jugadores del
club a todos los efectos.
Ahora, el reto de Muñiz es mantener la esencia que llevó la pasada temporada el Málaga a las
posiciones altas de la clasificación sin que la gran cantidad de caras nuevas afecte al rendimiento
del equipo.