10.10.2009 10:35
Berta Brau
Guillermo Amor vivió durante ocho años en la Masía. Su ingreso obligó a modificar las reglas de la residencia.
El valenciano recuerda con nostalgia aquellos ocho años de vivencias en un puesto que “ha
marcado a mucha gente” y del que guarda “un muy buen recuerdo”.
La relación de Guillermo Amor y el Barça comenzó el año 1980. Una relación que a punto estuvo
de no producirse debido a una norma de admisión de la Masía. La edad mínima para ser residente era
de 14 años y el joven valenciano sólo tenía 12. Pero la familia Amor no contemplaba ninguna otra
alternativa. Guillermo tenía que vivir sí o sí en la Masía del Barça: “Pusimos como condición
que, en caso de venir a Barcelona, quería estar en la Masía. La junta se reunió y decidieron
cambiar la norma y admitirme pese a la edad”.
Ocho años de vivencias
Sabia decisión la que tomó la junta de aquella época. Derivó en 8 años de vivencias,
recuerdos y experiencias: “Durante las ocho temporadas que residí, desde alevín hasta el
filial, el recuerdo es buenísimo. Son un tipo de vivencias que se llevan de por vida”. Unas
experiencias que Amor recuerda a menudo ya que “es imposible pasar cerca de la Masía y no
girar la cabeza para ver a la que fue tu casa”.
El juguete de la casa
La joven edad con la que se incorporó en la residencia convirtió al valenciano en un
entretenimiento para sus compañeros. “Como que era el más pequeño pasé a ser el juguete de
todos. Me trataron con mucho cariño pero también es cierto que a veces las bromas me hacían sufrir
porque era mucho pequeño y tenía siempre las de perder”, recuerda Amor con una sonrisa.
A 100 metros del Camp Nou
Para aquel chico de sólo 12 años, los escasos 100 metros que separan la Masía y el Camp Nou
se convirtieron en el puente que separaba la realidad y la ilusión: “A medida que pasa el
tiempo te vas fijando en los jugadores que están contigo y ves como algunos debutan con el primer
equipo y piensas que tal vez tú también podrás tener opciones y eso te hace no desistir, te anima y
te ayuda a seguir trabajando”.
Formación profesional y personal
Los resultados de la formación profesional de la Masía son bastante evidentes en el caso de
Amor y de otros futbolistas. El centrocampista destaca la formación personal: “Creo que la
formación como persona que te da es muy importante porque si no se consigue llegar al primer
equipo, la formación recibida te permite pensar que la vida sigue en otras direcciones y te permite
ganarte la vida de otras maneras. Te permite salir preparado”.
El más joven bate récords
Comenzando el periplo en la Masía como la excepción que confirma la regla,
Guillermo Amor acabó convirtiéndose en el jugador récord del FC Barcelona. A día de hoy el de
Benidorm es el quinto jugador de la historia del club que más partidos oficiales ha disputado con
el primer equipo del Barça y quién más títulos ha conseguido en azulgrana con un total de 17. Por
otra parte, el valenciano pasó a la historia barcelonista como el autor del gol 4.000.
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La Masía, 30 años de residencia
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